Varada en una encrucijada histórica, la derecha mexicana -y a la mexicana- atraviesa por un momento de grave indefinición política y sus partidos viven en la “falacia teleológica”, donde creen sus “líderes” saber adónde van, pero en realidad se encuentran en una de las etapas de mayor ceguera política de las derechas de América Latina y el mundo.
Este extravío teleológico de la derecha mexicana enuncia que de poco o nada le ha servido el camino que construyó desde el populismo (en el PRI), o bien, desde el conservadurismo desarrollista (en el PAN); más aún, ni su alianza con las élites del momento ha incidido en trazar un plan político que pueda superar los estragos de su corrupción y empobrecimiento orgánico de su lucha por el control del Estado.
El laberinto de la amargura que vive la derecha en México es de tal magnitud que ni su retórica ni el control de medios -que aún preserva- han servido para dar la batalla política frente al gobierno de López Obrador; al grado que cada vez que un personero del PRI o PAN hace alguna réplica al gobierno, o bien, alguna “propuesta social”, le llueve mierda de todos lados y la repugnancia que genera ni él la soporta.
La tragicomedia de Alejandro “Alito” Moreno hace que cualquier voz que levante para defenderse y no para atacar, porque carece de argumentos para el debate democrático, se convierta en mierda que pestilentemente ocasiona una reacción de impugnación y desbandada de los ciudadanos, los cuales se alejan y mofan de sus retóricas sórdidas al estilo de Tartufo.
Por su parte, Ricardo Anaya, desde su autoexilio, publica videos que lo único que le acarrean es un encono social y odio de magnitudes insospechadas de millones de mexicanos, que, por cierto, votarían hasta por la mamá de Ricardo Anaya con tal de que a él no se le ocurra aspirar a la presidencia de México.
Esta historia de párvulos políticos de la derecha mexicana recuerda al juego del gato y en ratón, donde el gato trata al ratón como un cascabel hasta que se cansa y se lo traga.
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Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
