El partido hegemónico y los partidos satélites

“La ruptura de la alianza de Morena Hidalgo con el Partido Verde y el Partido del Trabajo es un mecanismo de profundización del control guinda en los congresos locales y perfila su control hacia los municipios en un futuro próximo”.

Morena Hidalgo ha dado un golpe en la mesa a los partidos satélites que engrosan su alianza hacia los comicios del 2 de junio para evidenciar que la concentración del poder actúa de acuerdo a una realidad histórica en México que han olvidado y que apunta hacia el partido hegemónico.

 

El PRI, definido por el politólogo Giovanni Sartori como “partido hegemónico pragmático”, porque no presentó jamás el peso de una ideología de transformación social, dejó como huella en el imaginario colectivo al autoritarismo como signo de concentración del poder y presencia ciudadana.

 

En México, uno de cada dos ciudadanos prefiere un gobierno autoritario que la dispersión del poder, lo cual explica que los partidos satélites sufran por conservar su registro mientras los partidos con capital político propio marcan tendencia a la conducta hegemónica del poder, como ocurre con Morena, que tampoco tiene una ideología clara y su arquetipo de izquierda es difuso y confuso.

 

La ruptura de la alianza de Morena Hidalgo con el Partido Verde y el Partido del Trabajo es un mecanismo de profundización del control guinda en los congresos locales y perfila su control hacia los municipios en un futuro próximo; se trata de una estrategia de concentración del poder que vuelve susceptibles a los partidos satélites a la verticalidad de la toma de decisiones de la estructura partidista guinda.

 

El sistema político en Hidalgo no es el laboratorio de la reproducción hegemónica de Morena, pero muestra lo que sucede cuando un solo partido concentra el poder y la manera en que los partidos satélites se convierten en órganos menores en la distribución del poder, donde son útiles para maquillar la concentración del mismo. Por ende, no se puede confundir la ruptura de Morena Hidalgo con un quiebre de poder sistémico de sus alianzas.

 

Morena Hidalgo obedece a la complejidad de la estrategia política trazada por López Obrador para mantener la sumisión de los partidos satélites desde el control de los congresos locales, estrategia que debe profundizarse de cara a la elección del 2 de junio.

 

Se debe observar en esta maniobra que la distribución del poder a través de escaños públicos hizo colapsar las estructuras y fuerzas vivas de Morena Hidalgo, que desde la designación de Cuauhtémoc Ochoa y Simey Olvera, así como el zafarrancho en Mineral de la Reforma por el control municipal, demostraron que no tienen ideología clara ni conciencia para la disciplina política.

 

Los partidos satélites deben aprender de esta lección histórica que se presenta de cara a los comicios de 2024 para entender que la radiografía del poder en México invariablemente conlleva la presencia de un partido hegemónico, hoy es MORENA como en antaño, en el antiguo régimen, lo fue el PRI.


ARCHIVADO EN:
, , , , , , , ,