A lo largo de dos décadas, Everardo González ha cimentado una sólida carrera como uno de los documentalistas más importantes del país, con clásicos como Ladrones viejos y El cielo abierto; por ese motivo, está más que justificado que la Cineteca Nacional haya organizado una retrospectiva con nueve de sus trabajos, desde su tesis en el Centro de Capacitación Cinematográfica, La canción del pulque, hasta Yermo, su más reciente odisea, por 10 desiertos de todo el mundo.
Gracias a la retrospectiva pudimos ver Lopón, una cinta realizada en el 2020 que no conocíamos.
Luego de atestiguar la violencia imperante en el país, en terribles filmes como El paso y La libertad del diablo, Everardo se dio a la tarea de buscar una paz espiritual; para ello, visitó el monasterio Triten Norbutse, en Nepal, donde habita Yongdzin Tenzin Namdak Rinponche, un sabio tibetano que trasmite la filosofía budista.
El realizador no solamente entrevistó a las madres de los pequeños que estudian en el lugar, sino que se comunicó con varios de los alumnos, habitantes de lugares tan diversos como Baja California, Polonia o París; mexicanos, norteamericanos o africanos, como John Reynolds, Serge Komas o Jesy Boyer; todos ellos tienen en común paz espiritual y material, transmitida por las enseñanzas de Rinponche, quien aparece anecdóticamente al final de la cinta, de escasos 80 minutos.
Nacido en 1971, González estudió comunicación social en la UAM, antes de ingresar al CCC, y eso lo convierte en un documentalista de excepción, que no solamente se limita a ser testigo de los hechos, sino que los estudia y comprende, siendo una parte activa de sus temas.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.