Con 75 votos a favor, el Senado de la República aprobó la Ley de Guardia Nacional, normativa que otorga certeza jurídica y laboral a los integrantes de esta institución encargada de preservar la seguridad en todo el país.
Durante su intervención en tribuna, el legislador de Morena, Cuauhtémoc Ochoa Fernández, expresó que “el pueblo de México merece una Guardia Nacional con reglas claras, que trascienda gobiernos y tenga presencia territorial permanente para garantizar paz y seguridad en el país”.
Agregó que esta iniciativa se alinea con la estrategia de seguridad planteada por la presidenta Claudia Sheinbaum, caracterizada por su enfoque humano, sin guerra, sin simulación y sin impunidad.
Frente a senadores de distintos grupos parlamentarios, aseguró que la seguridad no puede seguir esperando y recordó que desde 2006 los gobiernos neoliberales emprendieron una guerra fallida contra el narcotráfico, que sólo provocó un aumento de la violencia y una crisis de derechos humanos:
“Felipe Calderón militarizó las tareas de seguridad pública con su fallida guerra contra el narco”, apuntó.
También señaló que esa estrategia abandonó a las policías locales, que sin recursos ni profesionalización perdieron el control de amplias regiones a manos de grupos criminales. A ello se sumaron altos niveles de corrupción, como el caso del exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, acusado de recibir sobornos millonarios.
Recordó que con la llegada de la cuarta transformación se dio paso a una nueva visión en seguridad pública. La creación de la Guardia Nacional fue un acto fundacional en la renovación del modelo de justicia, con base en el respeto a los derechos humanos y la legalidad.
Ochoa Fernández subrayó que esta estrategia ha sido respaldada incluso por gobernadores y alcaldes de oposición, quienes avalaron la reforma constitucional para ampliar hasta 2028 la presencia de las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública.