Ahora que están de moda las murallas, el gran director chino Zhang Yimou, responsable de cintas como Héroe y La casa de los cuchillos largos, filmó La gran muralla, una producción de 135 millones de dólares estelarizada por Matt Damon, una estrella hollywoodense, algo que ya había hecho hace seis años con Flores de Guerra, protagonizada por Christian Bale, quien debía rescatar a un grupo de mujeres de los invasores japoneses.
Basada en un guión de Edward Zwick (El último samurai), narra una de las leyendas acerca de la construcción en el siglo III A.C por el emperador Shih Huang-ti de la muralla para protegerse de las invasiones del norte y en este caso de atacantes alienígenas reptilescos.
La pareja de mercenarios, William Garin (Matt Damon) y el español Tovar (Pedro Pascal), llegan al lugar en busca de pólvora. William ha conseguido mutilar a una de las criaturas, y por ello se ha ganado el respeto de la comandante Lin Mei (Tian Jing) para que la ayuden en su lucha. En tanto, el monje Ballard (Willem Dafoe), que ha estado cautivo durante 25 años, ve a los extranjeros como una oportunidad de escapar de sus captores.
Visualmente la cinta es espectacular, con buenos efectos especiales y vistosos combates, sobre todo de las guerreras grullas, que se lanzan al vacío. Sin embargo, la historia es más bien floja y la intriga amorosa nunca termina por despegar.
The great wall será del agrado de los fanáticos del cine fantástico o de los admiradores del guionista de Mente indomable.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
