Ni la muerte podrá detenerme.
Tenochtitlán, 20 de noviembre 2018
La otra noche le di gracias a un demonio que me había traicionado en lo esencial, maldecido en su totalidad y, alevosamente, había intentado destruirme más de una vez de manera universal.
¿Por qué le agradeciste?
Porque todas sus chingaderas hicieron que yo sacara lo mejor de mí.
Lo mejor de mí.
En vez de abatir-me irradió mi conciencia existencial, en vez de hundir-me ilustró mi ontológica tenacidad y en vez de aplastar-me clarificó mi naturaleza esencial; en vez de hacerme desfallecer inspiró mi resistencia vital, en vez de aniquilar mi personalidad reveló mi filosofía metalingüísticamente y, lo más importante de todo, en vez de matarme me hizo más fuerte.
Gracias a ese demonio ahora soy un übermensch.
Continúa 38
Por: Serner Mexica
Filósofo por la UAM, estudió la Maestría en la UNAM y el Doctorado en la Universidad de La Habana. Fue Becario de Investigación en El Colegio de México y de Guionismo en IMCINE. En 2007 obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia EMILIO CARBALLIDO por su obra "Apóstol de la democracia" y en el 2011 el Premio Internacional LATIN HERITAGE FOUNDATION por su tesis doctoral "Terapia wittgensteiniana".
