La implementación de la inteligencia artificial en todas las áreas laborales ha causado interrogantes sobre las consideraciones de protección del empleo en la economía de mercado, lo cual creará un nuevo luddismo, como ocurrió en la revolución industrial; y es que, de hecho, nos encontramos en una nueva revolución donde la clase política habrá de proteger el maquinismo de la inteligencia artificial como lo hizo en el siglo XIX en Inglaterra.
No se podrá evitar que, por generación de plusvalía y cadenas de valor, el uso de la inteligencia artificial evite en la economía de mercado y el control de los grandes oligopolios el desplazamiento de la fuerza de trabajo, la cual quedará cesante por millones en la economía global.
Sin embargo, así como evolucionaron los dinosaurios (aunque algunos se extinguieron), los trabajadores habremos de evolucionar en las lógicas de mercado, cuestión que ya predispone actividades en las cuales de manera individual utilizaremos las herramientas de la inteligencia artificial para crear espacios de trabajo. Además, cabe recordar que sin consumo no hay mercado, por lo que los propios consocios económicos no podrán automatizar el mercado sin que de la mano se genere empleo.
El entramado legal y político no será, y no lo es ya, ajeno a la incursión de las herramientas de la inteligencia artificial, por lo que paulatinamente veremos un ascenso en las legislaciones que permitan su control, de lo contrario el desencuentro social podría multiplicarse sin límites.
Debemos tener en cuenta que la mayor parte de la población en el planeta padece la desigualdad del mercado, la cual nos ha empujado a una condición de capitalismo salvaje; por ello, el incremento de la pobreza y la concentración de la riqueza serán las constantes en esta cuarta revolución industrial donde la inteligencia artificial es la nueva ramera del mercado.
El pensamiento científico lineal oscila en asumir que la evolución científica es positiva, y tal vez lo sea, pero el uso social de las élites políticas y económicas la vuelven el pandemonio de la sociedad.
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Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
