La visita de la presidenta Claudia Sheinbaum a Hidalgo para evaluar los avances del macro proyecto del tren México-Pachuca, que también conectará con el AIFA, con una capacidad diaria de movilizar a 107 mil 961 pasajeros, plantea los entretelones de una guerra del transporte, donde el oligopolio de las compañías de autobuses privados, así como el bloqueo legal hacia la instauración de las empresas de tránsito alternativo del taxi, denominadas Uber, marca un escenario de una guerra del transporte.
Las estaciones que presentará el tren México-Pachuca abarcan Buenavista, Cuautitlán, Xaltocan II, AIFA, Xolox, Huitzila, Tizayuca, Empalme del Rey, Platah, Jaguey de Téllez y Pachuca.
Las empresas de transporte de autobuses, cuyas líneas se han multiplicado en las últimas décadas con destino a la Ciudad de México desde Pachuca, ya habían puesto el grito en el cielo en torno a la instauración del proyecto del tren México-Pachuca, planteando la problemática sobre la competencia de mercado que implicará la evolución hacia un medio de transporte que desde la esfera pública podría causar estragos para estas empresas privadas.
El quiebre económico que puede crear la instauración del tren México-Pachuca se inserta en la lógica de mercado de un transporte cuya eficiencia en tiempos y movimientos podrá aminorar el traslado a la Ciudad de México en 75 minutos, creando un ahorro de traslado significativo para una gran masa de trabajadores que se insertan a nivel laboral desde Hidalgo en la capital de la nación.
El ahorro de tiempo en traslado para las y los trabajadores que desde Pachuca se trasladen a la Ciudad de México incidirá en la deflación de los precios del mercado del transporte privado, ello debido a que, pese a que los precios del tren México-Pachuca pudieran ser superiores, de todas maneras no podrían competir en torno a las implicaciones de tiempos y movimientos, eficiencia, seguridad y volumen de personas e, inclusive, el traslado hasta la Estación Buenavista que se inserta de manera estratégica en la Ciudad de México.
A nivel internacional, el uso de trenes y ferris se ha convertido, indiscutiblemente, en un sistema alternativo de transporte en las grandes ciudades en relación directa al flujo laboral, por lo que los trabajadores suelen evitar el transporte de buses y taxis en relación a las ventajas y ahorro directo e indirecto que proviene del uso de trenes y ferris.
Una ventaja indiscutible del uso de trenes estriba en la disminución de accidentes y de estrés, condiciones que armonizan y equilibran las relaciones sociales entre los usuarios y se convierten en espacios de esparcimiento controlado. Aunado a esto, la capacidad de movilización de pasajeros de los trenes es mucho mayor que la de los autobuses y su confiabilidad aporta confianza y descanso a sus usuarios.
En materia de seguridad, los usuarios de trenes no suelen experimentar asaltos y sus sistemas de seguridad son monitoreados ampliamente.
Por añadidura, las ciudades que usan trenes para el traslado de trabajadores han experimentado un incremento en la productividad porque sus empleados experimentan mayor descanso en trayectos y reducen los niveles de ausentismo. Como aspecto relevante, el desarrollo de trenes eléctricos armoniza con el medio ambiente y reduce, significativamente, la producción de partículas contaminantes, al tiempo que incide en la reducción del uso del parque vehicular en las ciudades.
Es inapelable el hecho de que el tren México-Pachuca vendrá a generar un proceso evolutivo de impacto económico para los trabajadores que laboran en la Ciudad de México, lo cual pone en antesala que la guerra del transporte exigirá un marco normativo que deberá prospectar el Congreso de Hidalgo hacia el año 2027, en el que se consolidará este macro proyecto público.
La expansión estratégica de los trenes públicos en torno al flujo efectivo hacia centros de trabajo en México se irá incrementando como lo ha hecho en otras ciudades en el mundo, por lo que el tren México-Pachuca es sólo la punta del iceberg de una evolución del transporte que avizora una guerra de mercado, donde la eficiencia y el precio se encuentran en la balanza de la toma de decisiones de sus usuarios.
