Receptora del ecocidio político de las administraciones que precedieron en Pachuca a la gestión de Jorge Reyes, la capital de Hidalgo enfrenta el efecto “dominó” de una carencia de planeación urbana que desbordó, históricamente, toda lógica de armonización social.
Mis únicos y queridos lectores, frente a la beligerancia y encontronazos sociales producto del ecocidio político que ha generado un desastre socioambiental en Hidalgo, nos aprestamos a estrenar nuevos operativos y protocolos, lo mismo en el transporte y las arterias viales, que en torno a las medidas de protección civil que, en el caso de Pachuca, se encuentran en vilo y que ha puesto en alerta al municipio frente a condiciones climáticas que han destapado las cloacas de la corrupción e impunidad de la clase política del antiguo régimen y han tapado las cloacas del drenaje, inundando amplias latitudes de la metrópoli capital.
En el slogan de la presidencia municipal de Pachuca se puede leer “Pachuca, la ciudad del bienestar”, premisa que a título de prospectiva no ha quedado al margen en las tareas realizadas por el alcalde Jorge Reyes, pero que en el arrastre de los hechos cotidianos ha tenido que subsanar desde los hallazgos del exedil Sergio Baños, hasta las calamidades de los contratos de las empresas de la basura que, por décadas, hicieron su agosto y, qué decir, de los estragos con las empresas inmobiliarias que son la carcajada de la Estafa Siniestra.
Me encontré con el director de Protección Civil del Ayuntamiento de Pachuca, Enrique Padilla, y comentando sobre los dolores de cabeza que acarrea de los desatinos de administraciones pasadas, me indicó: “es como que me cuentes el chiste del peluquero”, cuestión que quiere decir que las administraciones pasadas le tomaban el pelo a la ciudadanía con cuentos y retóricas de promesas vanas e incumplidas.
En esta atmósfera es claro que las autoridades del ayuntamiento de la metrópoli capital están conscientes de que aún habiéndose estructurado el Plan Municipalista esto enfrenta condiciones de atraso administrativo heredado y de la cloaca que se destapa con cada inundación, incendio, asentamiento urbano, drenajes fallidos o inexistentes, así como las condiciones de la seguridad pública que han colapsado ante la carencia de planeación urbana que ha desatado violencia vial.
Pero si de dolores de cabeza sobre empresarios y zares de las inmobiliarias hablamos, quizá el programa de Infonavit a nivel nacional que les ha arrebatado el negocio privado con fachada pública en Hidalgo, debe generar un horizonte de bienestar social y dejar atrás el pasado de asimetrías y miserias urbanas no sólo en Pachuca, sino en el resto de Hidalgo.
Jorge Reyes, alcalde de la metrópoli capital, ha iniciado una gestión con trazos de proximidad ciudadana y su aprobación es notoria, empero no puede dejar de pisar el acelerador para desterrar los resabios del antiguo régimen y el ecocidio político que pesa sobre la ciudad del bienestar.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
