La palabra es feminicidio

Luego de que el fiscal general de México, Alejandro Gertz Manero, propusiera retipificar el delito de feminicidio, las aguas de la opinión pública están más turbias que nunca. La idea surge de la dificultad que plantea para las autoridades probar que el asesinato de una mujer fue por razones de género, es decir, por ser mujer.

Sería interesante pensar en cómo capacitar a las autoridades para reconocer los motivos de cualquier asesinato y entender los casos en que las razones tienen que ver con el género. El problema no es conceptual, ese debate está ya superado desde hace años en la legislación internacional y México tiene un camino andado.

En nuestro país hay hombres matando mujeres, en Hidalgo ha incrementado de forma alarmante la cantidad de mujeres que desaparecen, las fichas de búsqueda se encuentran por todos lados, arrojadas a las redes sociales como un anzuelo inocente para ver quién sabe algo.

Te maté porque me engañaste, te maté porque estoy celoso, te maté porque me contestas, te maté porque tu ropa provoca, te maté porque estaba excitado, te maté porque me enseñaron que; de quererlo, puedo matar a la mujer que quiera. Si detrás de esto no existe una evidente razón de género para matar, entonces ya no sabemos cómo nombrar al hecho de asesinar a una mujer.

Algunas preguntas quedan sueltas en medio de todo esto: si se elimina la palabra, ¿se elimina el problema?, ¿es pertinente modificar el nombre de un delito para el que existe un aparato legal e institucional en México y el mundo por la “incapacidad” de las autoridades para reconocerlo?

Las respuestas parecen obvias y una vez más nos queda claro que el problema no son las palabras.


ARCHIVADO EN:
, , , ,