La sombra de la nostalgia priista

Será muy difícil para las huestes priistas ser sólo comparsa en la próxima Legislatura del Congreso, realidad que nunca fue vislumbrada, al menos no en Hidalgo.

En la sombra de la nostalgia de lo que fue el priismo subyace en la memoria cuando se ganaba con la camiseta sin sudar, cuando los operadores locales eran arropados por la propia ciudadanía y no a la inversa, cosa que era prácticamente una liturgia política, porque si eras priista estabas “In”, si no lo eras, “Out”; más aún, ser parte del espíritu hidalguense era ser priista. Eran esos años en que ser priista y charro, o deportista y priista, eran la misma cosa.

No por nada hoy se habla de la clase tradicional y de los partidos tradicionales, porque en el caso del PRI existían familias que por generaciones eran priistas, eso era claro, más cuando a un priista le preguntabas “¿de qué partido eres?” y solía responder: “hasta en los perros hay razas”.

Ese priismo de cepa se perdió, se diluyó y nadie lo quiso ver, algunos porque tenían “la vida asegurada”, otros porque asumían que lo que se conquista una vez ya no necesita defenderse, lo que a la postre llevó a un inmovilismo político que hoy tiene por el suelo al PRI.

Es ese inmovilismo político el que hoy causa la vuelta a la nostalgia, porque es ese inmovilismo el que causó inconcreción de la tarea pública, que asumió que en la prebenda o en el relacionismo de empleo la gente se quedaría conforme, mientras otros partidos y movimientos generaron un activismo político que hoy les ha dejado dividendos manifiestos.

La nostalgia es siempre culera, evoca dolor y anhelo sobre el pasado, que siempre parece indicarnos que por estar en el paso no volverá, cuestión que no necesariamente con el priismo habrá de suceder, pero el esfuerzo por recuperar lo perdido es siempre mayor que el que te hace lograr algo en primera instancia; siempre es más fácil aprender que reaprender.

Entre la nostalgia y los intereses políticos el PRI pretende recuperar lo perdido, pero todavía no se percibe una reestructuración pertinente, sin rencores, con inteligencia e imaginación política para ir al piso ciudadano y comenzar a dar resultados desde lo poco que le queda en el gobierno.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.






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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.