¿De qué lado masca El Perro Pelcastre?

Oscar Pelcastre, el personaje que carga desde siempre el sobrenombre de El Perro y lleva como estandarte la figura de la Santa Muerte, intenta mediante ataques a la Presidencia Municipal de Pachuca convertirse en la figura central de la lucha emprendida por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) para recuperar la zona metropolitana con miras a 2018.

Regodeándose como un activo priista importante busca ganar los titulares de los periódicos a través de la violencia y un sistemático golpeteo a las instituciones, siempre en busca de mantener aquellas prebendas entregadas por ex dirigentes y ex alcaldes.

Pelcastre argumenta haberse deslindado del PRI en los comicios pasados otorgando el apoyo de sus huestes a los panistas, y menciona en preponderancia a Alejandro Moreno Abud y Daniel Ludlow Kuri, declaración que abre las puertas a lecturas sobre confabulaciones y alianzas diversas.

Lo cierto es que desprotegido por el actual gobernador, Omar Fayad, a consecuencia de haber desbocado sus preferencias en la pelea interna priista a favor, ahora busca refrendar su eficacia, pero por desgracia ya nadie le compra el bono de gracia.

Todos recordamos cuando, en las puertas del mercado Sonorita, El Perro tocó fuerte las campanas en apoyo a David Penchya Grub, a quien consideró la “única propuesta viable para ser candidato y gobernador de Hidalgo. Ya no queremos habladores o los que hacen show de su vida diaria a cambio de votos”, dijo en clara referencia al otro aspirante, que para su desgracia es ahora gobernador de Hidalgo.

Esta circunstancia lo dejó abandonado en intentos burdos por recobrar su imperio y la  simpatía del círculo cercano  de quien hoy gobierna el estado, aunque a simple vista su aminorada fuerza en militantes y su salud se muestran cada vez más debilitadas.

Al brujo se le revierte el hechizo, cada vez son menos quienes creen en sus maleficios, ¿será que también cambió de dogmas? Basta con mirarlo hace un par de meses, escuchando atento como ferviente católico mientras sostenía la vela en el bautizo del más pequeño de sus herederos.

La carroña sólo es consumida por las hienas, y éste no es el caso del Revolucionario Institucional, que en esta nueva etapa busca reposicionarse entre los pachuqueños.

El Perro Pelcastre es conocido por su falta de fidelidad política que, sin empacho, pone al descubierto fácilmente. Su carácter como figura de choque lo enalteció en las filas priistas, dedicándose a labores de enfrentamiento o bloqueo a determinadas actividades con preponderante uso de “espectáculos de violencia” aderezados con el esoterismo de sus creencias religiosa. Es imposible pasar por alto a un personaje vivo de reportaje de “El Alarma”.

Repentinamente cobra fuerza su personaje en el escenario político por tener en sus manos una posible pista para definir quién contrata sus mercenarios servicios para amedrentar y vapulear a Yolanda Tellería.

La posibilidad latente de su corazón tricolor monta un circo mediático que evidencie las lides al interior del blanquiazul y con ello, generar una ruptura que permita el rescate de la capital a favor del partido de sus amores.

Señalados han sido los tricolores que tienen intereses en la capital hidalguense y que válidamente en el juego de la política están moviendo sus piezas para recuperar lo que en su entender sigue siendo suyo y sólo está prestado.

Pero es la versión de Oscar Pelcastre la que cimbra el escenario dando matices distintos con un Alejandro Moreno Abud molesto por la pérdida de la candidatura ante Yolanda Tellería; sin más nada que perder bien podría ser el orquestador del cese a una figura política que, se vislumbraba, podría despegar.

Mientras la cacaraqueada “traición de Daniel Ludlow” representaría el surgimiento de una red trabajada desde el año 2016 de panistas y priistas buscando –en su momento- la derrota del Grupo La Joya.

Ahora bien, de ser cierto el “compló tropical” que ha victimizado al Perro Pelcastre, refrendaría la idea priista de que Pachuca no fue perdida sino prestada. Bien rezan los tricolores: “somos el único partido que hasta perdiendo gana”.

Siendo Yolanda Tellería la alcaldesa, quien vive en medio del fuego amigo panista y el tiro a matar de los priistas, ambos grupos olvidan –incluyendo su esposo- que quien obtuvo el voto y confianza pachuqueña fue ella y que ningún otro personaje pudo lograr.

Pachuca de Soto vive a merced de caprichos que no permiten su avance desde la administración anterior; si bien es cierto que en la política y en el amor todo se vale, también lo es que los ciudadanos tienen derecho a ser bien gobernados por Yolanda Tellería, a quien para bien o para mal eligieron como alcaldesa.


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