Marko Cortés le gritó traidor y Lily Téllez le tiró las 30 monedas de Judas a Miguel Ángel Yunes Linares, senador del PAN en suplencia de su hijo, Miguel Ángel Yunes Márquez. Yunes Linares fue recibido entre aplausos y vítores por la bancada de senadores de Morena: ¡la reforma sí pasó, con un voto blanquiazul!
La depresión hizo estragos en la fragmentación política de la oposición que perdió el monopolio de la justicia del Poder Judicial. Sin embargo, la desobediencia civil se hizo presente en las calles de la Ciudad de México y el Senado con la magistrada Norma Piña y la Marea Rosa. Ahora, la descomposición de las expresiones partidistas del antiguo régimen seguirá en dirección de sus estrategias de golpeo de poder que amenazan los equilibrios del sistema político actual en Hidalgo.
En el escenario del Segundo Informe de Gobierno, en reiteradas ocasiones el gobernador Julio Menchaca advirtió que la malversación pública tenía que ser contrarrestada con entereza de probidad y ética pública de la procuración de justicia. Hablaba de la moralización de las estructuras políticas en Hidalgo y, en general en el país, que no sólo debían atender a la malversación de la Estafa Siniestra, sino también a la impericia y disfunción de la burocracia que había creado el sistema político anterior, incapaz de generar eficiencia pública y democratizar la realidad social y que pretendía echar por tierra la reforma al Poder Judicial.
En los hechos, días antes al Segundo Informe del gobernador Julio Menchaca, la movilización del paro del Poder Judicial en Hidalgo mandó un mensaje local de advertencia al Poder Ejecutivo: la paralización de la justicia y de los poderes públicos prevalece como freno al gobierno y se daría desde la desobediencia civil de la Marea Rosa.
La batalla por el Poder Judicial en Hidalgo evidenció la fragmentación en la conducción política de las fuerzas del antiguo régimen que desde la estrategia de “la Marea Rosa”, en conexión con el financiamiento de Washington y las alocuciones del embajador Ken Salazar, seguirán en un proceso de obstrucción política y de amedrentamiento social que ahora se perfila desde la movilización a la sociedad civil.
La Marea Rosa es producto de la fragmentación política y se encuentra como uno de los efectos de la derrota política de las fuerzas del antiguo régimen, pero, todavía carece de poder orgánico y rumbo de estrategias, por lo cual es un “movimiento político reactivo y todavía, acéfalo”.
No obstante, la lectura del paro del Poder Judicial y la desobediencia civil frente a la reforma aprobada, no sólo es una amenaza abierta al gobierno de López Obrador y del gobernador Menchaca. En los hechos, intenta instaurar el terror social y el obstruccionismo a la 4T y las Rutas de la Transformación para detener el avance de las reformas estructurales en Hidalgo. La amenaza de la oposición es clara: perdido el control del monopolio de la justicia del Poder Judicial, la movilización de fuerzas de choque se asoma como estrategia de desobediencia civil.
Estamos por vivir un escenario álgido producto de la fragmentación política de las fuerzas del antiguo régimen: la desobediencia civil.
No hubo vuelta de hoja. La reforma del Poder Judicial se llevó cabo con o sin la anuencia en la Cámara Baja y en las “30 monedas de Judas de Miguel Ángel Yunes Linares” en la Cámara Alta, que no pudo echar atrás el poder de las senadoras y senadores de Morena que condensan las directrices del Plan Claudia para profundizar las reformas político-sociales en México.
Dada la impotencia frente a los rendimientos políticos decrecientes de la oposición después de su derrota en el Senado pretende llevar a las calles la movilización de sus fuerzas y la Marea Rosa es una pizca insulsa de lo que puede concitar como fuerza política pero intenta convertirse en una espina, cuya bulla social cree desconcierto e impotencia en la ciudadanía.
La batalla por el Poder Judicial frustró la contraofensiva de la derecha en México. Se advierte que la derrota política se llevará al plano de la estrategia de obstrucción gubernamental que la oposición del antiguo régimen intentará llevar a límites de confrontación y golpeteo político, tratando de crear enfrentamientos de la sociedad civil con el grupo de choque que encabeza la Marea Rosa, que pretende rozar de forma beligerante a la paz social en México.