Frente a la Asociación de Alcaldes de Hidalgo que dirige el presidente municipal de Mineral de la Reforma, Eduardo Medécigo, el gobernador Julio Menchaca dio un apretón de orejas a los ediles, bajo un discurso que citó al personaje central de la novela de Herman Hess “Lobo estepario”. Para muchas y muchos titulares de las municipalidades, el llamado del gobernador Menchaca que hizo hincapié en que en Hidalgo y, específicamente en su gobierno, no quería “lobos esteparios”, pasó desde la ignorancia y las risas indoctas, como una alegoría sin sentido. Sin embargo, el fondo de la frase era claro, “ni materialistas ni mercenarios políticos en Morena”.
El gobernador estaba para sus adentros: inquieto por los abusos y dispendios públicos, inclusive, porque las sombras de la Estafa Siniestra se cernían en las cabezas de personeros de Morena que se mantenían agazapados. La fiesta inolvidable de su aliado Febronio Rodríguez, alcalde de Tianguistengo, había agitado el avispero de las suspicacias ciudadanas y, desde Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum le mandaba a Luisa Alcalde la “Carta Decálogo”, principios de austeridad del humanismo mexicano para que los miembros de Morena a nivel nacional guardaran respeto, cordura y compostura en sus acciones.
Te lo digo Pablo para que lo entienda Pedro
El llamado a desterrar al lobo estepario del gobernador Menchaca Salazar había evidenciado que nadie en Morena puede remar contra la corriente ni en contra del humanismo mexicano, así como de las Rutas de la Transformación. En este trazo, el gobernador Julio Menchaca cerraba la pinza de su alianza de poder con la presidenta Claudia Sheinbaum y daba un golpe de autoridad en la mesa.
Los lobos tras bambalinas
En este escenario de aguijón y acicate político, el gobernador Menchaca Salazar también aleccionaba a las y los que se han sentido con los arrestos para ponerle los puntos sobre las íes a su gestión o, bien, para las y los que creen que todo está escrito y que su poder les otorga ínfulas o vanidades suficientes para manipular la estructura de gobierno. El mensaje no sólo era para el staff de Morena, sino también para aquellos que han infiltrado y tratado de infiltrar a las instituciones y estructuras de gobierno.
El mensaje de la presidenta Claudia Sheinbaum con la “Carta Decálogo” que debe regir el comportamiento de los morenistas, así como la postura del gobernador Julio Menchaca, fue clara: extinguir a las y los lobos esteparios.
La sucesión transexenal en Hidalgo 2028 ya empina los escarceos por la silla del 4º Piso. Pocas son las caras masculinas que pueden encaramarse al Poder Ejecutivo, al menos por dos años y, de igual manera, en la posible sucesión del 2030. Sin embargo, algo ha quedado claro, el gobernador Julio Menchaca le ha cortado los colmillos a los lobos esteparios.
