Hoy se exhibe en el teatro Guillermo Romo del Vivar, como parte de la LXV Muestra Internacional de Cine, Pájaros de verano, el más reciente filme de la pareja formada por Cristina Gallego y Ciro Guerra, quienes saltaron a la fama con la espléndida El abrazo de la serpiente, que incluso estuvo nominada al óscar a la mejor película extranjera.
El guión de María Camila Arias y Jacques Toulemonde parecería ser una historia más acerca del narcotráfico, pero ésta está vista desde la perspectiva de los indígenas wayúu.
En la década de los setenta, el humilde viajero Rapayet (José Acosta) queda prendado de la belleza de Zaida (Natalia Reyes) durante un baile tradicional.
Sin embargo, sus anhelos parecen caer por tierra, cuando la madre de la chica, la temible doña Ursula (Carmiña Martínez) le pone como condición para el matrimonio una cuantiosa dote.
Rapayet comienza a trabajar duramente para reunirla, y accidentalmente conoce a unos turistas norteamericanos que le piden mariguana, que él presuroso les consigue.
A partir de entonces se volverá en el principal proveedor de la zona, aunque enfrentará la envidia y la violencia de otros habitantes del lugar.
La cinta recuerda Inhala, otra cinta que narraba el ascenso y caída de un narcotraficante interpretado por Johnny Deep.
Aunque la historia es semejante, los usos y costumbres de los wayúu, la hacen diferente y más interesante.
Pájaros de fuego ha ganado diversos reconocimientos internacionales como el Premio Fénix y no hay que perdérserla.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
