Desde que salieron campeones en el 2016, los Pericos de Puebla han presentado escuadras competitivas. Para esta temporada están en el segundo lugar de la zona sur, ahora bajo el mando del venezolano Willie Romero, aunque acaban de perder la serie contra los Diablos Rojos en el estadio Alfredo Harp Helú. Tras ganar el primer juego 11 a 6, fueron derrotados en los dos siguientes: 12 a 9 y 4 a 2.
Lo que nos sorprendió fue la renovación de la escuadra. A jugadores emblemáticos del equipo, entre los que están Miguel Guzmán, Antonio Lamas y Danny Ortiz, se sumaron cañoneros como Alex Mejía y el extoro campeón Peter O’Brien, que dieron cuadrangulares en la serie, y Eduardo Aguilar, lesionado en un choque con Yaphet Amador.
La receptoría está bien cubierta por el veterano Gabriel Gutiérrez y el novato Juan Kirk. Mención aparte merece el paracorto Jorge Flores, mejor conocido por su fildeo, pero que en el juego del viernes empató el récord de más dobles en un partido con cuatro, impulsando tres carreras.
El staff de inicialistas no es malo y comprende a Braulio Torres, Gabriel Ynoa, José Torres y Alberto Carreón. En donde han fallado un poco es en el bullpen, y acaban de hacer un cambio con los Algodoneros del Unión Laguna, enviando a David Richardson por Jenry Mejía, con la esperanza de que las cosas mejoren para ambos.
Seguramente estos Pericos estarán otra vez en la postemporada.
