¿Porno en pareja?

Estimados amigos, conocidos y compañeros del mismo mal (el mal del amor), es un gusto y un placer saludarlos como de costumbre en este domingo donde seguramente amanecieron con el número de celular de una Adelita, vestidos de Adelita o en el mejor de los casos sobre una Adelita en su cama con rastros de confeti, serpentinas tricolores y un olor a cerveza con mezcal.

En verdad agradezco enormemente sus comentarios que ahora se han convertido en mi pan de cada día, sus consejos que sigo al pie de la letra (y de eso hablaré en otro escrito) y sus preguntas que, en días como hoy, tomo mucho más en cuenta.

Una pregunta que me hicieron hace unos días me generó mucha curiosidad y es por eso que estas líneas las dedico a ello: “¿está bien ver porno en pareja?

Como es costumbre de su servidor provinciano, pienso tocar este tema (sin ser experto) desde el precepto de la comida y los servicios: bueno, bonito y barato.

VER PORNO EN PAREJA ES BUENO:

Si algo tengo claro es que cualquier actividad consensuada en pareja es buena; obviamente mientras no dañe a terceros o no haya alguien inconforme (como el primo de mi cuate que terminó mal con su pareja por una fantasía mal llevada a cabo, luego se las cuento).

Repito que, aunque no sea el experto en el tema, cualquier cosa que ayude a mejorar la complicidad, la comunicación y la confianza en pareja siempre será bueno y prueba de ello es la pornografía. Muchas veces llegamos a satanizar demasiado este rubro del cine, que no es más que poner de manera gráfica lo que todos hemos hecho, deseado hacer o incluso soñado, pero en una forma tangible.

Querida amiga que me hiciste esta pregunta, siendo el menos indicado para dar consejos (porque muy pocas veces los sigo), me atrevo a decirte que si tu deseo es ver porno con tu pareja, lo hagas hoy mismo. Tómenlo como una guía visual de lo que podrían llevar a cabo, una simulación de lo que ambos quieren y muchas veces un desahogo para la pareja, puesto que pueden ver escenas o situaciones que les daba pena platicar y que tenerlas en pantalla las pueden hacer más llevaderas (y un pasito más a que se haga realidad).

Véanlo desde mi perspectiva: ver porno mientras se tiene sexo definitivamente cuenta como karaoke.

VER PORNO EN PAREJA ES BONITO

Muy pocos lazos pueden reforzarse tanto viendo porno en pareja como el amor.

Esto podría sonar contradictorio, pero recuerden que crecimos en un mundo lleno de tabúes donde la libertad física y mental es lo más complicado de encontrar; es por esto que algo visto como “pecaminoso” e “inmoral” como es la pornografía, puede realmente unir a una pareja aún más, partiendo que el tener sexo es una necesidad fisiológica como el dormir o el comer (aunque si me preguntaran quizá podría aguantar menos sin comer que sin dormir o tener sexo; lo siento, amo la comida).

No hay cosa más hermosa que sentir el amor en los ojos de la persona amada y si es con gemidos de fondo en la pantalla, aún mejor.

VER PORNO EN PAREJA ES BARATO

Muchas amigas mías me han preguntado si sería buena idea ir con su pareja a un table dance y creo que sin duda podría ser una experiencia para recordar, pero definitivamente un gran gasto innecesario.

Seamos sinceros, en esta vida nada es gratis (más que una sonrisa, un abrazo o los recuerdos que tenemos al darnos amor en las noches), pero si algo incluyen ahora los planes de internet son más y más megas, por lo que ver un video porno, dos o quince resultan en la misma cantidad gastada de megabytes y en un ahorro para la pareja.

Cualquier cosa que fomente la complicidad en pareja vale la pena explorarla y permítanme decirles que una pareja bien comida, bien comunicada, bien divertida y bien surtida (como miscelánea de esquina) es una pareja que perdura.

Gracias como siempre por leerme y les deseo un gran inicio de semana.

¡Nos estamos leyendo!

Por: Iván Peralta Ramos

Arquitecto / Digital Piscis. Nacido en 1986, en el bello principado de Tehuacán, Puebla. Siempre ha sido partidario de escribir todo lo que piensa. Fanático del Tenis, de Novak Djokovic y de las películas de Tarantino; cree fervientemente en el amor y en la media naranja. Postrero de corazón, son los chongos zamoranos su primera elección. Viviendo en la CDMX desde 2009, ha aprendido a vivir a la mala en la jungla de concreto. Fiestero pero hogareño, extrovertido pero callado, tragón pero con poco dinero, observador pero con astigmatismo y un montón de oximorones más. Fan de clóset de la salsa y las cumbias. Un buen conversador, con aptitudes para escuchar y dar buenos consejos, pero el total erróneo para seguirlos.






SEXO ORAL Y ESCRITO - Iván Peralta Ramos

Arquitecto / Digital Piscis. Nacido en 1986, en el bello principado de Tehuacán, Puebla. Siempre ha sido partidario de escribir todo lo que piensa. Fanático del Tenis, de Novak Djokovic y de las películas de Tarantino; cree fervientemente en el amor y en la media naranja. Postrero de corazón, son los chongos zamoranos su primera elección. Viviendo en la CDMX desde 2009, ha aprendido a vivir a la mala en la jungla de concreto. Fiestero pero hogareño, extrovertido pero callado, tragón pero con poco dinero, observador pero con astigmatismo y un montón de oximorones más. Fan de clóset de la salsa y las cumbias. Un buen conversador, con aptitudes para escuchar y dar buenos consejos, pero el total erróneo para seguirlos.