Sabiduría ancestral en manos de 330 parteras hidalguenses

Parteras tradicionales: pieza clave para atención de mujeres embarazadas en comunidades.

La partería es una actividad que durante siglos ha sido practicada y estudiada por las mujeres debido, en gran medida, a las antiguas restricciones o tabús que la sociedad patriarcal impuso al estudio y atención del cuerpo femenino.

Se trata de personajes fundamentales en las comunidades y los establecimientos de salud, pues fungen como aliadas en la asistencia a las mujeres durante el embarazo, parto y puerperio, además de ser pieza fundamental en la reducción de la mortalidad materna e infantil.

Quienes practican la partería son agentes comunitarias de salud que poseen conocimientos de la medicina tradicional indígena, y cuya participación en redes de servicios sanitarios ha sido reconocida por la Organización Mundial de la Salud y el marco normativo nacional.

En Hidalgo, las parteras están identificadas y reciben capacitación en forma anual y permanente bajo los lineamientos de la NTCL (Norma Técnica de Competencia Laboral), con enfoque intercultural respetuoso, en conocimientos como atención integral a la mujer y a la niña o niño, durante y después del nacimiento; lactancia materna, vacunación y tamiz neonatal.

Asimismo, la formación incluye las acciones del minuto de oro (procedimientos inmediatos después del nacimiento para lograr respiración regular), detección de factores de riesgo y signos de alarma que puedan repercutir en la salud del bebé o de la madre, y orientación respecto a planificación familiar.

Actualmente la Secretaría de Salud de Hidalgo tiene registro de 330 personas parteras (algunas de ellas hablan en lenguas originarias) en 37 zonas del estado, como los municipios de Tulancingo, Tula, Ixmiquilpan, Actopan, Molango, Huejutla, Tizayuca, Tepeji, Atotonilco, Jacala, Zacualtipán, Huejutla y la región Otomí-Tepehua.