Otro de los introducidos al Salón de la Fama, pero en la categoría de mánager, con 17 votos, fue Tomás Herrera Olachea.
Hombre de béisbol de toda la vida, el Sargento Metralla, como era conocido popularmente, nació en Laredo, Texas, el 9 de noviembre de 1931, y se inició como pitcher con los Tecolotes de Nuevo Laredo en 1957. Jugó posteriormente con los Tigres y con los Diablos Rojos, teniendo una discreta carrera con 49 triunfos por 44 descalabros, con un 4.14 en carreras limpias.
Fueron los escarlatas quienes le otorgaron su primera oportunidad como manejador, dándole los títulos de 1964 y 1968, ganando 518 partidos, atrás de leyendas como Benjamín el Cananea Reyes.
Herrera fue uno de los principales promotores de la guerra civil entre Diablos y Tigres, ganándose el mote de Sargento Metralla por sus enfrentamientos con el mánager rival José Luis Chito García y con los ampáyeres. A su salida de los escarlatas, se convirtió en el primer manejador de los Saraperos de Saltillo. También dirigió a los Pericos de Puebla y a los Mineros de Coahuila. Curiosamente, ayudó a los Tigres Capitalinos, como directivo, a conseguir el campeonato de 1992, tras una sequía de 26 años.
El Sargento Metralla falleció el 14 de diciembre del 2016, en Saltillo, a los 85 años, y con toda justicia pasa a formar parte de los inmortales de nuestro béisbol.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
