Se quebraron el to­billo, pero no dejar­on la campaña

Ahora que estamos en tiempos de campañas vale la pena abrir el anecdotario de la política de nuestro estado y recordar los casos de quienes, subidos a alguna campaña, nada los detuvo, ni siquiera un tobillo quebrado, no fuera a ser que les pasara lo del adagio: “El que se va a la villa, pierde su silla”, porque más seguro, más marrao, porque luego cosechan los que no siembran.

Dicen los que saben que hay dos nombres que se deben recordar con veneración por la forma en que se aferraron a las campañas en las que participaban muy cerca de los candidatos a gobernadores, pese a que por accidentes diferentes se lastimaron los tobillos de fea manera, pero bajarse del barco con toda seguridad los hubiera dejado fuera de la repartición de cargos que significan buenos salarios y mejor vida.

Los personajes son Mauricio Villarreal, en la campaña de Guillermo Rossell, y Carmelo Acosta Carrillo, en la de Jesús Murillo Karam.

Mauricio Villarreal se movía muy cercano al candidato y a sus hijos; el futuro le sonreía hasta que en una especie de tienta de vaquillas se sintió Manolete y se lanzó al ruedo, dicen los testigos que para impresionar al arquitecto, pero con tan mala suerte que la vaquilla le puso una arrastrada de padre y señor mío, con daños muy serios en un tobillo. Lo menos que se pensó es que hasta ahí llegaría su presencia en la campaña. Qué equivocados estaban: al otro día ahí estaba, con el pie enyesado y arrastrándolo, pero no faltó a las jornadas de campaña. Desde luego le fue bien.

Carmelo Acosta Carrillo, en la campaña de Murillo, se dio cuenta que al final de los eventos en que había templete el candidato acostumbraba bajar de un brinco que a todos agradaba. Pero un día vio que el templete estaba muy alto y se lo advirtió al candidato para evitar el salto, y como para ejemplificar, él brincó. Tuvo tan mala suerte que se lastimó seriamente el tobillo y todo indicaba que había llegado su fin en la campaña; sin embargo, reapareció de inmediato y con muletas cubrió todas las jornadas en medio del relajo de la comitiva. Los días de gobierno fueron buenos para Carmelo.

¿Quién o quiénes serán los mártires de estas campañas que recién inician?

Como me lo contaron, te lo cuento.