Steven Spielberg se resiste a envejecer y trata de estar al día produciendo filmes futuristas y de ficción como “Sentencia previa” o “Inteligencia artificial”.
En su más reciente cinta, “Ready player one”, con guión de Zack Penn y Ernest Cline, narra la historia de Wade (Tye Sheridan), un joven que habita en el apocalíptico 2047, donde la mayoría se refugia en el mundo virtual “El oasis”, un lugar en el que pueden ser y hacer lo que quieran. Halliday, el creador del sitio (Mark Rylance), ha muerto y ha dejado como herencia un huevo de pascua guardado por tres llaves que permitirán al ganador ser del dueño del Oasis. Pero han pasado cinco años desde la muerte de Halliday y nadie ha sido capaz de encontrar ninguna pista, pese a que sus competidores han contratado un ejército de jugadores. Con la ayuda de Samantha (Olivia Cooke), Helen (Lena Smith) y Sho (Philip Zhao), Wade resolverá el asunto, sorteando mil y un peligros.
Astutamente Spielberg busca permanecer en el gusto de los jóvenes, utilizando elementos de la cultura popular sesentera que en realidad son historia vieja para los jóvenes adictos a los videojuegos y la realidad virtual.
Por ello, Ready player one es un filme pensado para las nuevas generaciones que se alarga por más de dos horas y se asemeja a un videojuego. En lo personal, prefiero al Spielberg clásico.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
