El año pasado los Sultanes de Monterrey llegaron a la serie final perdiéndola en siete juegos. Para esta temporada sufrieron importantes ausencias, la pérdida del pitcher del año Yohander Méndez, y la del mejor cerrador Neftalí Feliz por lo que no se esperaba mucho. Sin embargo, convencieron al manager Roberto Kelly para que regresara y terminaron en segundo lugar con 50 ganados y 38 perdidos, aunque fueron eliminados en los playoffs por partida doble por los Algodoneros de Unión Laguna y los Tecolotes de los Dos Laredos.
A la ofensiva siguieron siendo un equipo temible, reforzado por el short stop nacional Roberto Valenzuela, que, aunque solo bateó .273 dio una buena defensiva.
Su mejor cañonero fue Víctor Mendoza con .344. 11 homerunes y 73 producidas, acompañado por Ramiro Peña .319. 10 y 41, Christian Villanueva .315, 8 y 53, José Cardona .315. 2 y 23, pero con 24 robos y Sebastián Elizalde .305, 11 y 49.
La escuadra se dio el lujo de jugar con puros mexicanos, pues, aunque el catcher Alí Solís tuvo su peor temporada bateadora, fue sustituido por Carlos Soto.
Su verdadero problema fue el pitcheo su mejor lanzador Nivaldo Rodríguez acabó con 5 ganados y 5 perdidos con un buen 2.76 en carreras limpias, Juan Carlos Ramírez que acabó 6-6, fue enviado a Saltillo, César Vargas, uno de los estelares, se lesionó. Al final trajeron a Brian Eppler que ganó 4 y perdió uno y al cerrador Jorge Rondón, pero no les alcanzó en la post temporada.
Habrá que ver si consiguen convencer al panameño Kelly para que regrese, pues la base está ahí.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
