Ya estaba anunciado, pero no se pensaba que sí podría ser: algunos taxistas de Pachuca y otros municipios cumplieron e hicieron el paro masivo como lo prometieron desde la semana pasada y, además, bloquearon varias vialidades, algunas de ellas de importante tránsito.
En Pachuca, las acciones comenzaron desde las 8 horas e inicialmente fue cercado el bulevar Felipe Ángeles, a la altura del estadio, pero poco a poco los choferes fueron expandiendo sus intenciones para hacer presión y llegaron a siete puntos; en total fueron 17 en todo el estado.
El motivo: hacer que el recién instaurado programa Taxi Contigo desaparezca ante lo que dijeron les causa más afectaciones que beneficio; pese a que autoridades lo desmintieron y aclararon que se dará un mejor servicio.
Pero entonces los autos dejaron de subir a personas, de “pitar” para buscar pasaje y de recorrer las calles para, en su lugar, bloquearlas; hacer que a quienes antes llevaban, ahora llegaran tarde a sus destinos.
El bloqueo comenzó y el caos también, algunos automovilistas lograron pasar antes de que fuera imposible, pero, quienes no, esperaron minutos -horas quizá-, con la esperanza de que fuera algo momentáneo, pero no, y debieron buscar otras rutas.
Habitantes de fraccionamientos no pensaron que autobuses de pasajeros pasarían por sus residencias o que vehículos abarrotarían sus calles, cuando lo normal es que estén semivacías, pero así pasó y un recorrido de 10 minutos Se hizo de 20 o 25.
Aunque algunos automovilistas decidieron que querían pasar sí o sí por donde debían y al no conseguirlo lanzaban gritos de reclamo, hecho que no agradó a unos taxistas cerca del Congreso local y comenzó un conato de bronca.
Misma situación se vio en otros bloqueos, pero sin que llegaran a mayores y, en cambio, los manifestantes pedían a colegas no hacer caso y seguir en lo suyo: solo obstruir el paso que aprovecharon para convivir.
Algunos trabajadores del volante conversaban, intercambiaban aspectos de trabajo, jugaban baraja y hasta compartían el agua y comida en señal de fraternidad y unión, se veían tranquilos, como que a su alrededor no hubiera un caos vial con personas al límite de tiempo para llegar a su destino.
A la par, las autoridades de varios órdenes de gobierno desplegaron operativos para desahogar el tráfico que se generó, sin que hubiera una interrupción con el trabajo policial o confrontaciones de ambos lados. Pero en plaza Universidad se dieron cuenta que el bloqueo no era tan efectivo pues “había una fuga” de autos por rutas alternas.
Ante ello, se pusieron manos a la obra para tapar los accesos e impedir, ahora sí, el tránsito total. Pasaron las horas, desde las 8 de la mañana y no había para cuándo, ni lo hay hasta el momento, de que acabe la protesta. La Secretaría de Movilidad y Transporte (Semot) confirmó que, en un principio, rechazaron el diálogo.
Aunque esa declaración fue vigente por poco tiempo y de forma extraoficial los choferes avisaron que en Palacio de Gobierno ya estaba una comitiva, aunque no sabían cuál era su estatus y solo aseveraban que no se retirarían hasta que se quitara el Taxi Contigo, eso pasó con el Tuzobús, ¿no?
Las protestas continúan en este momento con la promesa de sus organizadores de quedarse, incluso, días, y como ya cumplieron mejor haga caso y acate lo que dice la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo (SSPH): no salga si no es indispensable.