Desde que Steven Spielberg filmó en 1975 la célebre “Tiburón”, estos escualos se convirtieron en los villanos más temibles del océano. Sin ir muy lejos, recordamos “Mar abierto”, de Chris Kentis, en la que unos náufragos eran atacados, o a la guapa Blake Lively refugiándose en un atolón en espera de ayuda en “The shallows”, de Jaume Collet Serra.
A diferencia de ellas, “Terror a 47 metros”, del británico Johannes Roberts, presenta una variante del tema: las víctimas escogen la situación a la que se enfrentarán. De acuerdo con la historia del propio realizador y Ernest Riera, las hermanas Lisa (Mandy Moore) y Kate (Claire Holt) vacacionan en Baja California; la primera de ellas está deprimida, pues ha roto con su novio Stephen, que la consideraba “muy aburrida”. Pasan una noche de copas con unos jóvenes que las invitan a vivir una experiencia inolvidable: fotografiar a gigantescos tiburones desde una jaula. El capitán Taylor (Matthew Modine) les explica que bajarán solamente a cinco metros de profundidad, pero el cable que sostiene la jaula se rompe y caen a los 47 metros del título. Además de los tiburones, las chicas enfrentan el peligro de la descompresión. ¿Lograrán salvarse?
El director inglés de “El otro lado de la puerta” maneja inteligentemente el suspenso y sus escasos recursos, con una buena fotografía submarina de Mar Silo y una inquietante música de Tomandandy.
Con todo ello, “47 meters down” resulta un sencillo filme de horror que lo mantendrá al filo de la butaca durante sus 89 minutos.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
