Hace cinco años Guillermo del Toro dirigió “Titanes del Pacífico”, un filme fantástico que enfrentaba a monstruos extraterrestres (kaijunes) contra robots gigantes (jaggers). Para la segunda parte, Del Toro se limitó a producir delegando la dirección al novato Steven de Knight, con nefastos resultados.
De acuerdo al guión del realizador y Emily Carmichael, han pasado 10 años desde que los kaijunes fueron derrotados y el mundo se está reconstruyendo. Amara Maman (Cailee Spaeny) ha creado su propio jagger con pedazos de otros, pero es detenida por las autoridades junto con Jake Pentecost (John Boyega); para no terminar en la cárcel aceptan ser enviados a la academia donde se prepara una nueva generación de pilotos encabezada por el veterano Nate Lambert (Scott Eastwood). Los jóvenes deberán entrar en acción cuando el doctor Geizler (Charlie Day) consigue que unos drones permitan el acceso de cinco kaijunes que amenazan destruir al mundo.
De Knight, productor y realizador de series televisivas como Daredevil y Spartacus, convierte el asunto en una especie de versión chafa de los Transformers, además de que las actuaciones son muy mediocres.
Pacific rim: uprising resulta pues una decepcionante segunda parte que sólo fue hecha con miras a la taquilla, algo que le funcionó al menos en su semana de estreno, en la que acabó en primer lugar.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
