Tom y Jerry, el gato y el ratón más populares en la historia de los dibujos animados, fueron creados por William Hanna y Joseph Barbera en 1940, para estelarizar cortometrajes, pero tardaron poco tiempo en ascender al estrellato y tener su propia serie.
Recordemos que se hicieron varios festivales en los que se reunían varias de sus caricaturas y, en 1992, hicieron una cinta con Phil Roman, en la que ayudan a un pequeño a encontrar a su padre.
Una de las novedades en la reapertura de los cines tras la pandemia es Tom y Jerry, de Tim Story, que mezcla actores con dibujos animados.
El guion de Kevin Costello muestra a la entrañable pareja llegando a Nueva York. Tom quiere triunfar como músico, pero fracasa, en tanto que Jerry se instala en el Royal Gate Hotel, el más lujoso de la ciudad, donde se efectuará la boda del siglo, entre Ben (Colin Just) y Preeta (Pallavi Sharda), que incluye hasta elefantes. Kayla (Chole Grace Moretz) debe organizarla, ante los celos del encargado de eventos especiales, Terrence Mendoza (Michael Peña, convertido en una especie de Capulina gabacho). Para deshacerse de Jerry, Kayla contrata a Tom, lo que es garantía de desastre.
En honor a la verdad, los actores le quitan algo de encanto a la animación, además de que dudamos que los niños de ahora se diviertan con la pareja, como lo hicieron los pequeños de otras generaciones.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
