El célebre relato de Roald Dahl, Wonka y la Fábrica de Chocolates ha sido llevado a la pantalla grande en tres ocasiones. La primera de ellas en 1970 por Mel Stuart con Gene Wilder como el singular chocolatero.
La segunda hace ya 18 años con Johnny Deep bajo las órdenes de Tim Burton.
Por eso resulta un tanto sorpresivo de que se haya preparado una tercera versión encabezada por el joven maravilla Timothée Chalamet, el héroe de Dunas y Mujercitas.
Pero el director de Paddington ha jugado la carta del perfeccionismo incorporando al proyecto lo mejor del cine británico con un reparto excepcional.
Para comenzar, el otrora galán Hugh Grant, será el más simpático Oompa-Loompa de la serie, Sally Hawkins la añorada madre; Olivia Colman (The crown) la malvada casera, Jim Carter (Downton Abbey), una de las víctimas, Rowan Atkinson (Mister Bean) un goloso pastor.
Claro que todos ellos gozan del handicap de los números cantados, que no son del agrado de las nuevas generaciones.
Pese a ello, King consigue dos horas de sano entretenimiento familiar, algo que se agradece en estas fechas decembrinas.
Por lo pronto ya ganó el premio de los críticos de Michigan y seguramente obtendrá varias nominaciones a los Óscares.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
