Todo movimiento social tiene un performance, es decir: un conjunto de acciones, cantos, frases, colores y rituales con los que sus participantes suelen identificarse, pues dan un sello a las movilizaciones y pueden replicarse en distintos espacios y momentos.
El llamado “tendedero del acoso” es uno de los ejercicios propios del performance del movimiento feminista que ha ganado gran popularidad en el mundo para visibilizar las violencias en contra de las mujeres.
Uno de los espacios ideales para instalar los tendederos son las universidades, pues, aunque se cree que estas instituciones son espacios de libertad y tolerancia, lo que ocurre dentro de ellas puede ser contrario a estos ideales y atentar contra la integridad de las mujeres que se desenvuelven ahí.
El movimiento estudiantil “60-4”, formado por alumnas y alumnos de la UAEH a principios de 2022, ha convocado a instalar un tendedero del acoso en las instalaciones del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSHu) y el Instituto de Ciencias Básicas e Ingeniería (ICBI) este lunes 28 de marzo.
La última vez que este ejercicio se hizo en la universidad en el marco del 8M, decenas de profesores de la UAEH fueron acusados de acoso, algunos de ellos fueron despedidos y otros solo removidos bajo advertencia de mejorar su trato hacia las alumnas.
En la plantilla de profesores hay nombres que pesan, hay favores que se deben y cosas que es mejor no remover, por eso hay cierta tibieza en la forma en que se dan los castigos a los acosadores en las universidades.
Celebramos este ejercicio para que los acosadores en las escuelas tengan rostro, nombre y apellido, y jamás puedan estar frente a un grupo, pues estas personas ¿qué son dignas de enseñar?
