En el vendaval político de Hidalgo, Morena se encuentra entre la espada y la pared desde las impugnaciones de la derecha, mis únicos y queridos lectores, debido a que se ha extendido el periodo de funciones de los Comités Ejecutivos Estatales del partido guinda hasta el 2027, lo que impone, a título de la democracia partidista, un comportamiento análogo en lo sucedido con la antidemocracia instaurada en el PRI, que tiene líder perpetuo en Alejandro Alito Moreno.
En este trazo, en Hidalgo el PRIAN llora amargamente su derrota en el proceso de afiliación política, donde Morena dejó seco al tricolor y al blanquiazul con un margen de más de 270 mil afiliados al partido guinda.
Anacleta, no hagas cosas buenas que parezcan absurdas.
Las fuerzas de la derecha han puesto en el ojo del huracán, el hecho de que los periodos de los Comités Ejecutivos en Morena deben terminar en 2025. Empero, la extensión del periodo hasta 2027, con todo y que pueda ser armonizado, ha causado revuelo en la militancia morenista, porque la información no ha creado los consensos necesarios que permeen en la antesala de las implicaciones políticas que, en apariencia, buscan la estabilidad y coincidir con la posible anticipación del instrumento de revocación de mandato del sexenio de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Hasta el momento, Marco Rico, líder de Morena Hidalgo, ha salido a festejar los logros del proceso de afiliación, pero no ha expuesto con pelos y señales cuáles son las premisas o argumentos del ¿por qué la extensión de periodo? y qué impactos presupone en la estructura de partido este evento, que ya está siendo criticado por la militancia morenista a nivel nacional y fuera de ella, porque la derecha -sin autoridad moral- se ha sumado a las críticas de antidemocracia en Morena.
Un partido es una estructura dinámica y en los hechos puede y debe revisar estatutos, pero ello también obedece a cuestiones de consenso de sus estructuras, no se hace de la noche a la mañana y, mucho menos, sin un revisionismo pleno.
Lo intrincado de esta extensión de periodo en los Comités Ejecutivos de Morena se enfrenta a un momento delicado de la actuación de la administración de la presidenta Sheinbaum Pardo, que se encuentra en el ojo del escrutinio de los medios de comunicación de la oposición, que suelen exponer cualquier movimiento de su estructura de gobierno como antidemocrática, corrupta o sin sentido de eficiencia pública. En este trazo, lo sucedido, se suma a las suspicacias lógicas e ilógicas de la derecha frente a Morena.
Morena no debe caer en la impericia y posibles estelas de opacidad en su actuación, ya sea a nivel de su staff de gobierno como en su partido, porque ello entraña que la correlación de fuerzas se pueda volver en su contra.
El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, posterior a las suspicacias de posible corrupción del caso “Adán Augusto López”, así como la tragedia del asesinato del alcalde de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo, se encuentra en vilo y lo menos que debe ocurrir es que desde su estructura de partido comiencen a presentarse condiciones anómalas o que, por lo menos, produzcan sombras donde no deben existir.
En el telón nítido de Hidalgo, la revocación de mandato del gobierno de alternancia de Julio Menchaca, que ha sido politizada por el grupo de Izquierda Unida, se encuentra en un momento de escisión climática que ya pone en tela de juicio la extensión de periodo de los Comités Ejecutivos y se encuentra echándole leña al fuego y avivando levantamientos y movilizaciones sociales.
Morena Hidalgo, y a nivel nacional, no puede ni debe verse como partido antidemocrático.
Es menester de la estructura del partido guinda, desde su dirigencia nacional con Luisa Alcalde y estatal con Marco Rico, trascender mediáticamente sobre las implicaciones de su toma de decisiones y cómo se llevan a cabo, porque el horno político no está para bollos quemados.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.







