Si algo se le puede pedir a un Presidente de la República es que tenga voluntad política y huevos; voluntad política para hacer lo que el país requiere y huevos para no vacilar ni dejarse amedrentar, el Peje, sin duda, los tiene.
Desde Pancho Villa, el único mexicano y hombre que ha invadido Estados Unidos, sólo ha habido otro coterráneo que tenga los huevos para hacer frente a los desafíos de la nación y ese fue don Lázaro Cárdenas que expropió el petróleo y que estuvo a punto de enfrentar una intervención norteamericana en México; por lo que se cuentan con los dedos de las manos esos mexicanos notables que dan muestra de hidalguía.
Es verdad, los ciudadanos estamos hasta la madre y desquiciados con el suministro de gasolina, nos cagan las filas interminables para abastecer nuestro vehículo y las molestias se multiplican en el país, pero, pero, pero, nunca hubo muestras contundentes de molestia por el hecho de que se robaran los combustibles porque no había colas ni filas, pero de que se chingaban el combustible y se repartían la lana políticos y servidores públicos con sus cómplices, de eso no cabe duda y lo sabíamos.
Comíamos mierda y aún la comemos sin hacerle gestos al bocado.
Entonces, ¿por qué no nos encabronamos o molestamos por la puta corrupción de la cual muchos hemos sido parte o presos de ella?, ¿por qué ahora que AMLO pone la muestra de que el país no puede ser derrotado por aquellos que se sirven del poder, no mostramos apoyo y empatía?
Debemos emular los huevos de Pancho Villa y de Lázaro Cárdenas, hacer de tripas corazón, hacer las filas, entregarnos a esta resistencia civil en contra del robo a la nación; es tiempo de mostrar que no necesitamos ofrendar la vida en una guerra para tener conciencia, es tiempo de cuidar el patrimonio de nuestros hijos.
El camino político que está trazando el actual gobierno es claro y difícil, exige disciplina, pero presagia el restablecimiento del país; no perder el rumbo es importante, volver al camino, podemos y tenemos con qué hacerlo, pero para ello, tres cosas son necesarias de los ciudadanos: conciencia, inteligencia y huevos.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
