Luego de ver los avances de que “Hasta que la boda nos separe”, una comedia mexicana de Santiago Limón, se nos despertó la curiosidad de verla. Para nuestra sorpresa nos encontramos que la historia de Aleksei Kazakov y Zhora Kruzhavnikov ya había sido filmada hace una década con el título de “Gorko” y dio lugar a una serie televisiva de cuatro episodios en inglés.
Cuenta la historia de María (Diana Bovio), quien quiere una boda al estilo de “La sirenita”, su película favorita, pero Daniel, su novio y aspirante a escritor (Gustavo Egelhaaf), no tiene ni en qué caerse muerto; en cambio, el padrastro de la chica, Raúl (Héctor Holten), ofrece pagar la boda a su gusto, pues es una buena oportunidad para su carrera política. Es entonces que María y Daniel deciden hacer una doble boda, una para sus familiares y otra organizada por Bobby (Roberto Palazuelos), quien goza autoparodiándose. Otro que hace el mismo papel, es el exconductor Adal Ramones, que es además otro de los productores.
Desgraciadamente, Limón carece de venia cómica y la cinta cae en el gran guiñol y el humor involuntario, por lo que “Hasta que la boda nos separe” queda en una fallida comedia con actores desconocidos que no provocan empatía y que resulta muy inferior a la cinta que los inspiró.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
