La vehemencia con que la candidata al Senado de extracción priista, Carolina Viggiano, ha iniciado una cruzada por el agua se presenta en un momento donde la sequía en Hidalgo también se da en materia política.
Al igual que el discurso utilizado en medios de comunicación por parte de la alianza que encabeza Xóchitl Gálvez, Viggiano Austria ha basado su mensaje en la estrategia del miedo, pues asegura que las y los mexicanos atraviesan por un momento histórico de descontrol en la política nacional debido a un gobierno de izquierda que no ofrece rumbo ni porvenir para la nación.
Sin embargo, el discurso de Carolina Viggiano respecto a la crisis del agua no está centrado en encontrar una solución, sino en hacerla parecer como un problema en el que priman la ineficiencia gubernamental y la carencia de instrumentos administrativos para abordarla y darle tranquilidad a la ciudadanía.
Sería conveniente que la candidata al Senado recordara que el desabasto de agua en Hidalgo data de hace más de tres décadas, cuando el poder político estaba en manos del partido del que hoy sigue siendo integrante… pero eso no lo refiere en su discurso.
Si los problemas tienen forma y fondo, la crisis del agua parece ser producto del pasado reciente en un esquema de descuido público que ha vivido el país y al cual no se le puso ni la atención debida ni la planeación de Estado.
En este contexto, Viggiano Austria tiene razón: existe un problema social en la crisis que amenaza a la población de Hidalgo, pero no se circunscribe al manejo que ha tenido del caso ni el gobierno federal de López Obrador y mucho menos el estatal de Menchaca Salazar, por lo que el problema debe ser analizado mirando al histórico proceso de desatención pública.
Recordemos que Carolina Viggiano se encuentra en pleno proselitismo y esto no es asunto menor, porque se está jugando nuevamente un puesto de poder, razón por la que resulta lógico que sus pronunciamientos aludan a la problemática que vive Hidalgo, pero lo que no tiene lógica política es evidenciar un problema de antaño como responsabilidad de la actual administración pública.
Todo parece indicar que la ciudadanía se quedará con las ganas de escuchar propuestas que atiendan a las problemáticas más sentidas de Hidalgo. La arena política que existe en este proceso electoral vuelve impensable apreciar una opción que genere las herramientas para hacer del aparato de Estado un ejemplo de eficiencia y dignidad pública, no de sequía política.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
