Como buena a secas debe calificarse la actuación de los Charros de Jalisco en la Serie del Caribe, celebrada en República Dominicana, donde calificaron a la semifinal, para ser eliminados por los anfitriones. El picheo lució colgando 29 ceros y rompiendo el récord de la serie, pero el bateo solamente tuvo chispazos: 10 carreras en seis encuentros.
El equipo comandado por Roberto Vizcarra arrancó con dos reveses; Brendan Bernardino dejó el juego ganado contra los Gigantes de Cibao de República Dominicana, pero el relevista Jared Wilson no pudo mantener la ventaja y terminaron perdiendo 3 carreras a 2; al día siguiente, Manny Barreda explotó rápido y los Navegantes de Magallanes de Venezuela blanquearon 5 a 0 a los aztecas.
La recuperación comenzó a darse al vencer a los Caimanes de Barranquilla de Colombia, quienes a la postre resultarían campeones, 1 a 0 en carreras, con Wilmer Ríos haciendo una gran labor, más el rescate de Roberto Osuna. El batazo de la victoria fue un cuadrangular del cubano Pérez. Los ceros continuaron con Nick Struck, blanqueando a Puerto Rico 5 carreras a 0 y un cuadrangular de Esteban Quiroz.
En el juego de eliminación, Javier Solano, quien había perdido su apertura por una afección estomacal, blanqueó a los Astronautas de Los Santos, de Panamá, con una carrera a cero, con producción del Pony Quiroz y el segundo salvamento del Cañón.
En la semifinal se enfrentaron de nueva cuenta a Dominicana, y pese a que Bernardino volvió a lanzar un gran juego, permitiendo solamente una carrera, cargó con la derrota, pues su rival Tyler Alexander lanzó una joya de picheo, perdiendo el juego perfecto hasta la novena entrada y ganando 2 carreras a 1.
Sorpresivamente, Colombia se coronó, venciendo a los anfitriones 4 carreras a 1.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
