China e India, listos para una nueva guerra

Las crisis económicas siempre están acompañadas de particularidades económicas y sociales, la actual no sólo por la deuda en los países desarrollados, sino por guerras y la migración. Como si fuera poca cosa la guerra en Afganistán, Iraq y Siria, las provocaciones y amenazas de Corea del Norte con su programa nuclear y el aumento de las tensiones entre israelíes y palestinos, ahora China y la India parecen estar dispuestos a echar más leña al fuego.

 

Desde 1979, cuando tropas chinas invadieron territorio de Vietnam bajo la supuesta defensa de un grupo étnico, China no había enfilado las armas contra sus vecinos, pero desde hace un mes parece estar dispuesto a poner a prueba sus armas y a su ejército en una disputa contra la India.

 

Durante casi un mes, las fuerzas militares de la India y China han estado cara a cara en Bután en disputa por la meseta Doklam, un territorio que ambos países reclaman como propio y hasta ahora ninguna de las partes ha decidido ceder un ápice. La construcción de infraestructura para la integración regional parece que no será fácil, pese a las expectativas despertadas en el reciente Foro sobre el Nuevo Camino de la Seda.

 

El conflicto actual se inició a mediados de junio, cuando el ejército chino inició la construcción de una carretera; las autoridades de Bután informaron a la India, que envió inmediatamente sus tropas para bloquear su construcción. Desde entonces, soldados hindúes y chinos velan sus armas a pocos metros. Pero esto no es nuevo: desde 1985 los dos países mantienen negociaciones para resolver sus disputas fronterizas, sin éxito.

 

De las declaraciones periodísticas a las diplomáticas

El 24 de julio pasado en el diario oficial del Partido Comunista de China (PCCH), se advertía que la India podría pagar caro si no retiraba sus tropas; mientras que en la India, en el “India Times”, a principios de este mes el jefe del ejército hindú indicaba que es “capaz de llevar a cabo dos guerras y media” si fuera preciso defender sus fronteras.

 

El portavoz del Ministerio de Defensa de China, Wu Qian, indicó el lunes en una rueda de prensa que Beijing protegería su soberanía en la frontera a toda costa y advirtió a la India no albergar ilusiones sobre su decisión de defenderse, precisando que “las tropas fronterizas chinas han tomado medidas de emergencia en la zona y mejorarán su despliegue y formación (…) la voluntad y determinación de China en defender su soberanía son invencibles, protegerá su soberanía y seguridad sin importar el costo”.

 

Los temores de un conflicto militar mayor han ido en aumento, debido a que ambas partes se han negado a retroceder. El ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, ha culpado a la India de provocar un enfrentamiento fronterizo en el Himalaya, por haber desplegado sus tropas en territorio chino y ha solicitado su retirada inmediata.

 

Hasta ahora, Wang es el funcionario de más alto rango del gobierno chino que hasta ahora ha comentado el conflicto, quien afirmó que había poca controversia en los hechos producidos en la frontera, sobre los cuales indicó que “los derechos y las injusticias son claros e incluso altos funcionarios indios han declarado abiertamente que las tropas chinas no entraron en la frontera india, es decir, la India ha admitido que cruzó el territorio chino”.

 

Beijing ha dicho en repetidas ocasiones que cualquier conversación para resolver el enfrentamiento es probable si la India retira sus tropas, afirmando que su país seguía insistiendo en la esperanza de resolver el conflicto a través del diálogo, en lugar de buscar una salida militar, para lo cual sus tropas han realizado preparativos y ejercicios militares en el Tíbet, en caso de que estalle el conflicto, lo que no será bueno para la India.

 

Mientras las tensiones entre la India y China entran en el segundo mes, en Beijing los altos funcionarios en seguridad de los países del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) se disponen a buscar una salida al conflicto. Se sabe que durante la Cumbre de los países del Grupo de los 20 (G20), a principios de este mes, el presidente chino Xi Jinping, y el primer ministro de la India, Narendra Modi, se reunieron en Alemania, pero nadie confirmó si se trató el problema fronterizo.

 

Si el comercio y el crecimiento de la economía mundial están estancados con la crisis actual que enfrenta la economía capitalista, un conflicto más de gran envergadura puede profundizarla y provocar más desequilibrios económicos y sociales en el planeta. Lo mejor sería encontrar una salida diplomática a este nuevo problema, antes de convertir a esa región en disputa en campo de pruebas de las armas chinas e indias.

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Por: José Luis Ortiz Santillán

Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.


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CONTEXTO ECONÓMICO GLOBAL - José Luis Ortiz Santillán

Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.