Por si le faltara más tensión al planeta en medio de la crisis del agua, Corea del Norte se apresta para la guerra tras los ejercicios militares que realizó el ejército de Corea del Sur con el ejército de Estados Unidos.
El mandatario Kim Jong Un instruyó a los jefes del ejército norcoreano poner en marcha las medidas tácticas para alistar la reacción bélica en la frontera con Corea del Sur, cuestión que ya generó alerta en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y reuniones de los miembros del Consejo de Seguridad.
Aunque ya estábamos acostumbrados a los aspavientos de Kim Jong Un contra Estados Unidos, inclusive en la serie de simulacros en video y el despliegue de pruebas de misiles que llegaron a tocar el espacio aéreo de Japón, ahora nos encontramos en otra escalada de tensiones y esto presagia un desencuentro bélico.
Sin miramiento alguno, Corea del Norte se apresta a la guerra; su gobierno pone en tensión las variables geopolíticas en contra de Estados Unidos y mantiene una lógica de defensa y alerta de fuerzas militares en la región, lo que ya hizo que el ejército norcoreano inicie prácticas de combate y nuevos pronunciamientos sobre la fuerza atómica del Estado.
Nada tan brutal como admitir una escalada bélica a nivel internacional, los focos de reacción en Israel y Ucrania no parecen ser suficientes para generar nuevas tensiones políticas en el orbe y el posible ascenso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ya marca para el gobierno de Corea del Norte una reacción de defensa no contemplada frente a la recomposición política en el país de las barras y las estrellas.
Estamos en la antesala de un giro de las tensiones internacionales ante la posible llegada de Trump al poder, por lo que una nueva era de desencuentros políticos internacionales se aproxima y marcará los años de plomo que vivimos y que se acumulan en la tragedia de las sociedades de mercado, el imperialismo económico y la presencia del imperialismo político de las grandes potencias.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
