Corrupción en Hidalgo, ¿cuestión de percepción?

La percepción es un proceso a través del cual las personas recogemos el mundo, es gracias a la percepción que nosotros podemos afirmar qué nos parece la realidad, o cómo nos hace sentir un hecho en específico o un momento histórico. En la percepción están involucrados nuestros sentidos, por lo tanto se tratará de una forma subjetiva de reconocer la realidad (es decir, en la que lo importante es la persona que percibe).

En las últimas décadas se ha dado un boom de las encuestas de percepción como un indicador para comprender cómo nos relacionamos las personas con distintas esferas de la vida pública como la seguridad, la violencia, la aprobación o desaprobación a un gobierno y la corrupción, ese monstruo que desde siempre nos ha atormentado a los mexicanos.

Según datos de la última encuesta Mitofsky, el 56.7 por ciento de personas entrevistadas en Hidalgo perciben que la corrupción ha incrementado en la actual administración. Estamos en la lista de los 10 gobiernos más corruptos del país en función de la percepción.

Y no es la única lista negra en la que estamos, puesto que somos el estado más desobediente con las medidas sanitarias en contra del covid-19 y una entidad marginada y poco competitiva según el Instituto Mexicano de la Competitividad.

Hidalgo es un estado herido, las encuestas sólo hacen que la información subjetiva de la realidad que vivimos día con día se vuelva un número, un indicador, un porcentaje al que tal vez alguien le quiera hacer caso algún día. Tal vez.


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