Diputados de Morena: ineptos, abusivos y serviles

Durante la aprobación del presupuesto para 2019, los diputados de Morena en Hidalgo dieron una demostración lamentable de su incapacidad para ostentar el cargo, pues pese al apoyo de dos consultoras -encabezadas por la impuesta por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH)- fue evidente la voracidad al aprobar incrementos dizque para el buen trabajo de los legisladores, pero que realmente son apoyos especiales por 38 millones de pesos que podrán utilizar para sus encargos durante el año. Así, vemos la direccionalidad de dinero para programas clientelares y la obediencia y servilismo al Grupo Universidad con las carretadas de dinero que obligan al gobierno estatal a entregarle al reino de Sosa más de mil millones cada año, mientras que a las otras 18 instituciones de educación se les entregan migajas.

Todo indica que los legisladores de Morena nunca entendieron lo que era el paquete económico que les entregó el gobierno estatal y la propuesta que impusieron por la fuerza de su mayoría se puede sintetizar en INCREMENTOS DE IMPUESTOS sobre Nómina, Honorarios y Tenencia, subir en casi 50 por ciento el dinero para el Congreso, el pago de un bono de gestión legislativa de 38 millones anuales para cada uno de los 20 diputados que aprobaron el dictamen de egresos, y el abuso del patrón de los morenistas y de la Universidad que los llevó a saquear el dinero público en favor de la casa de estudios con casi mil 400 millones que se les debe entregar al año, todo ello bajo la fachada de apoyos para una universidad exitosa (que la verdad está en la medianía de acuerdo con mediciones de universidades de México), en detrimento de las otras instituciones que no recibieron igual trato, con lo que queda claro el abuso del dinero en favor del grupo dueño del Congreso.

La careta de preocupación por la educación se derrumba y quedan exhibidos los morenos por su servilismo al patrón alado.

MIL MILLONES QUE NO EXISTEN

Y QUE YA SE GASTARON

Llama la atención que los morenos hablen de mil millones extra y dispongan de ellos para reorientar el presupuesto, cuando ese dinero no existe y lo toman en cuenta, según sus cabecitas, porque se va a recaudar del incremento en impuestos como queda dicho, sin ningún trabajo previo de consenso con los afectados, entre ellos los médicos, que ya pagan impuestos si son trabajadores de la Universidad y ahora tendrán doble impuesto por las ocurrencias de los morenos, que inventaron este dinero con la carga para el gobierno estatal de arreglar sus desfiguros con quienes resulten afectados con estos impuestos “made in Morena”.

Las demandas pueden estar a la vuelta de la esquina y con la probabilidad de que se gaste más por este concepto que por una recaudación hecha con las patas, porque si bien recaudar impuestos no es malo para cualquier gobierno, es una pésima decisión cuando no se sabe hacer y la base es “porque lo digo Yo y porque Yo mando”, sin trabajo previo de acuerdos y diálogo con los obligados al pago, porque pierde todo su sentido de solidaridad para verse como un abuso del gobierno con la búsqueda de defensa por parte de los afectados que se concreta con demandas.

Pero Morena no consensa ni acuerda, Morena impone porque son más y eso se los permite, como sucedió finalmente.

El escenario se ve oscuro y difícil, y el gobierno de Omar Fayad tendrá que tocar muchas puertas para componer en gobernabilidad lo que los morenos descompusieron por ineptos.

VERGONZOSO SERVILISMO CON LA UNIVERSIDAD DE SOSA

Pero donde los diputados de Morena enseñaron el cobre en grado máximo fue en la actitud de servilismo que mostraron para bailar al ritmo que les marcó su amo y señor garza, que los llevó a saquear los dineros del pueblo para entregárselos abiertamente a la Universidad de Sosa y comprometerlos para que éste disponga de ellos como mejor le plazca, pues para acabarla no hay un organismo que revise el buen uso de recursos.

Lamentable el papel de los diputados de Sosa, que a la hora buena dan la impresión de que no tienen personalidad propia y que obedecen en todo a su patrón, al grado de abusar del dinero público para el reino de su pastor.

Triste el proceder de los agradecidos diputados de origen universitario, como el exrector, Humberto Veras Godoy; Roxana Montealegre, quien quiso justificar su proceder con argumentos elementales pero con el corazón latiendo de alegría por el encargo en el departamento de vinculación que le dio el Grupo Universidad, suponemos que dejado ya; Jorge Mayorga, que no olvida que fue presidente del Consejo Estudiantil; Ricardo Baptista, maestro y opinador del diario de la UAEH, y así los otros garzadiputados a los que se sumaron los otros morenos alados para dar 20 votos en la aprobación del presupuesto, más atento a las indicaciones de su dirigente real que a las urgencias del estado.

Desde luego, hay cosas buenas que deben ayudar a la población, pero también indudables exageraciones nacidas de su bandera de austeridad y combate a la corrupción que a la hora buena es más pose que realidad.

Novatos e inexpertos para estos trabajos, se olvidan que representan a Hidalgo y lucen con orgullo su camiseta del Grupo Universidad.

Parece que pronto aprendieron que tienen poder para disponer del dinero y se despacharon con la cuchara grande. No les costó llegar hasta el Congreso, cosecharon donde no sembraron y piensan por sus actitudes que con ellos nace Hidalgo.

Pobre estado con estos legisladores, muchos de los cuales no pasan de ser mandaderos de Sosa. Parece difícil esperar más de ellos, porque el olmo no da peras y nadie da lo que no tiene.

Ojalá y las cosas cambien .

Digo… de manera muy respetuosa

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Por: Adalberto Peralta Sánchez

Nací el 11 de mayo de 1946 en un pueblito que tiene una laguna con patos y un parque con bancas con el nombre grabado del donante. Una de esas bancas tiene el nombre de mi padre. Estudié Filosofía y ejerzo el periodismo desde hace varios años. Colaborar con mi hijo en EFFETÁ me llena de orgullo. Trataré de hacerlo bien.






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SUMA Y RESTA - Adalberto Peralta Sánchez

Nací el 11 de mayo de 1946 en un pueblito que tiene una laguna con patos y un parque con bancas con el nombre grabado del donante. Una de esas bancas tiene el nombre de mi padre. Estudié Filosofía y ejerzo el periodismo desde hace varios años. Colaborar con mi hijo en EFFETÁ me llena de orgullo. Trataré de hacerlo bien.