Este día en la presentación de su tercer Informe de Gobierno, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), resaltó los avances en el tema energético y al hablar sobre las refinerías destacó el reinicio de la planta coquizadora de Tula de Allende, en Hidalgo.
Dicho proyecto fue inaugurado el 3 de noviembre de 2017 por su antecesor Enrique Peña Nieto (EPN) con una inversión de 2 mil 600 millones de dólares en ese entonces, pero fue pausado por escándalos de corrupción en contratos públicos, como el caso de la constructora brasileña Odebrecht.
Sin embargo, en mayo del presente el actual mandatario afirmó que fue tomada la elección de continuar con la infraestructura al hacerle una reconfiguración, pero que requeriría otra inyección de capital de 2 mil 500 millones de dólares, cantidad similar a la de hace cuatro años.
En ese sentido, durante su informe AMLO consideró lo anterior como una buena noticia y explicó que el complejo ampliará la producción total de la refinería contigua en 70 mil barriles diarios de diversos combustibles.
Asimismo, aseguró que la nueva política energética que impulsa su administración busca autoproducir las gasolinas para dejar de importarlas; donde recalcó también que en tres años han sido modernizadas las seis refinerías del país con una inversión de 33 mil 581 millones de pesos.
Por último, adelantó que para julio 2022 terminará la nueva refinería de Dos Bocas, en Tabasco, que tendrá una capacidad para procesar hasta 340 mil barriles cada 24 horas.
“Cabe recordar que desde hace 42 años, significativamente desde el inicio del periodo neoliberal, no se había construido una nueva refinería y la última fue la de Oaxaca en 1979”, expresó ante autoridades federales en el evento protocolario del informe.
