El desencuentro del presidente López Obrador con la realidad que vive la UNAM se ha convertido en un panóptico pertinente para realizar una profunda revisión de su papel y responsabilidad como la máxima casa de estudios de la nación.
López Obrador ha causado estupor luego de sus declaraciones sobre el estado que guarda la UNAM; pero esto, fuera de ser una condición que aliente una defensa apocalíptica o una detracción sacrílega de sus estructuras, debe permitir conocer los alcances que genera esta universidad y su impacto para el país.
Los números pueden ser veleidosos para tratar de entender una realidad formativa en educación, pero se debe citar que de la última evaluación del organismo QS World University Rankings, efectuada en 97 países a nivel mundial en 300 universidades, la UNAM fue ubicada en calidad educativa en el lugar 105, lo cual indica que es importante su presencia en la generación educativa de vanguardia y profesionales del país.
En otra dimensión, la expresión del presidente: “se han hamburguesado o aburguesado”, no especifica si habla de los cuadros administrativos, académicos y científicos, o bien, de los mismos estudiantes; crea incertidumbre y castigo moral para los miembros de una institución pública fundamental en México, por lo que es urgente que López Obrador ubique sus declaraciones.
Es importante que existan mayores formas de arqueo a nivel de las universidades públicas que permitan evaluar la matriz de costo-beneficio en los impactos sociales de la formación de profesionales, investigación y extensión de la cultura; ello permitiría a la ciudadanía apreciar en su justa dimensión el impacto de la educación pública universitaria.
No vale la pena caer en el enfado por las declaraciones del presidente respecto a UNAM, por el contrario, debe suscitar un debate integral que permita entender cómo se trabaja en esta universidad y saber si cumple los planes de desarrollo académico para los que ha sido constituida; en ello existe una realidad provechosa de la que debe construirse una herramienta de transparencia social.
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Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
