Se dieron a conocer cambios dentro de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH), encabezada por Raúl Arroyo González. Entre los nombramientos están el de Arturo Flores Molina como nuevo subprocurador de Derechos Humanos y Servicios a la Comunidad; Víctor Ariel Pérez Benítez como subprocurador de Procedimientos Penales en la región Oriente; Sissi Rodríguez Fernández como subprocuradora de Procedimientos Penales de la Región Poniente y José Manning Ramírez como director general del Centro de Justicia Restaurativa.
Es importante resaltar las áreas que buscan fortalecerse, como Derechos Humanos, pues recientemente el ombudsperson, Alejandro Habib Nicolás, hizo trascendentales señalamientos al desarrollo de algunos procedimientos legales en los que Ministerios Públicos han tenido omisiones que han desembocado en feminicidios; de igual forma los procedimientos realizados por elementos de seguridad han causado preocupación.
Es importante señalarlo porque el papel de Derechos Humanos en Hidalgo, por fin, ha tocado temas torales que abonan a la mejora del sistema de justicia que durante tantos años se ha caracterizado por el temor y desconfianza que causan en la población. Si bien es cierto que la procedencia política de los diversos personajes ha generado controversia, también lo es que las decisiones de Arroyo González deberán probar certeza en el desarrollo de funciones.
La tarea política más importante de Raúl Arroyo es esclarecer el asesinato del hijo de Gerardo Sosa
Aunque la tarea política más importante de Raúl Arroyo González será el esclarecimiento de la muerte de Gerardo Sosa Cravioto y el reciente jaqueo de cuentas oficiales de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), pues se trata de delitos que nublan el panorama político y generan una oleada de rumores que deberán ser despejados por el desarrollo de procedimientos de investigación de las autoridades competentes.
Por: Martha Sáenz
Opiniones y cuentos de lo que veo.
