Julio Valera: el GPI más allá de la partidocracia

Julio Valera ponderó que el GPI, por el capital político que condensa, podría haber dado el salto cualitativo, inclusive, a la formación de un partido político local, como ya sucede en Hidalgo, empero, advirtió que la fuerza del GPI está más allá de la partidocracia.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.

Los cambios en el sistema político en México están perfilando la presencia abierta de grupos políticos que impactan en el desarrollo de las lógicas del poder.

La conformación de estos grupos de poder en el espectro del sistema político en México no es reciente. Recordamos el peso específico en la estructura de los gobiernos del PRI, en sus tiempos de hegemonía política, del Grupo Atlacomulco, del cual emanaron presidentes como Enrique Peña Nieto.

En Hidalgo, la conformación del Grupo Universidad cambió la faz de la política, al grado que diferentes gobernadores tuvieron que transigir abriendo escaños políticos y adhiriendo al poder del GU en diversas dimensiones e, inclusive, su penetración en la legislatura saliente de Morena Hidalgo que, en el Congreso local, tuvo presencia de personeros de este grupo político que hoy controla al Partido del Trabajo en una extensión de poder a la inversa de las lógicas de diversos sistemas políticos en el orbe, donde son los partidos los que controlan a los grupos políticos.

La formación del GPI por Omar Fayad condensa un poder y capital político de personeros que, recientemente, se han adherido al proyecto de Morena y al apoyo del gobernador Julio Menchaca en la transformación política y social de Hidalgo. El GPI es prueba fehaciente que el sistema político da cabida a nuevos esquemas de representación ciudadana y advierte, en el ascenso de estos grupos de poder, que la crisis de representatividad que ha vivido el sistema de partidos en México ocasiona en la cultura política y el imaginario colectivo, nuevas rutas de conformación y acceso al poder del Estado y, desde luego, del aparato de Estado.

Empero, quedan en los cuestionamientos de forma y fondo que la formación de los políticos del GPI tuvo elementos neoliberales, por lo que la transición a proyectos de izquierda deja dudas de sobra en el camino.

En entrevista que le realicé a Julio Valera Piedras -un político de extracción priista y su pasado en el antiguo régimen, como disidente de los principios de la vieja política y ahora líder del GPI- advertí una formación profesional de gran calado, no sólo por su alcance intelectual en derecho y relaciones internacionales, sino porque es un académico que en tiempo y espacio que su praxis política presenta lógicas de conducción social y pericia en los entretelones del poder en México e Hidalgo.

Fue aleccionador el desenvolvimiento en esta entrevista, la postura de construcción política de Valera Piedras. Su espíritu de servicio a la ciudadanía le permite entender las lógicas del poder, su correlación de fuerzas y las necesidades de la interlocución social, más allá de un color de partido. Le cuestioné el hecho de que el GPI no tiene principios ideológicos debido a su conformación heterogénea y a que no es un partido político ni movimiento político, salió al quite en contadas ocasiones con la vitalidad de la presencia de este grupo político como una alternativa de representación ciudadana frente los vacíos de poder de la conducción política de la partidocracia.

Al cuestionarle el hecho de que el Grupo Universidad mantiene control sobre el PT en Hidalgo, le expresé que esto le permite al GU operar dentro del sistema de partidos y fuera de él; Julio Valera ponderó que el GPI por el capital político que condensa podría haber dado el salto cualitativo, inclusive, a la formación de un partido político local, como ya sucede en Hidalgo, empero, advirtió que la fuerza del GPI está más allá de la partidocracia.

Es pertinente analizar que la conformación de grupos políticos independientes y, también de dependientes, irá en ascenso en la medida de que la partidocracia no encuentre formas de conducción, interlocución y mediación política de la ciudadanía, por lo que, ante las carencias y vacíos de poder de la partidocracia, estaremos en presencia de nuevas figuras políticas de conducción democrática.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.


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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.