La infancia de Atenea

Desde el Olimpo, sus pasos se ciernen en los campos de batalla: es Atenea, la diosa de la guerra, la civilización, las ciencias, la sabiduría y la justicia; el poder que se agolpa desde la Ley Divina para aleccionar a la Ley Humana.

La humanidad atraviesa por una fase de desintegración nunca antes vista; en lo sustantivo, es la caída de las máscaras del dominio de las élites que nunca pudieron, estrictamente, ocultar su poder frente a los dominados, aquellos que en su ignorancia han sido el rescoldo del fuego de Atenea en la realidad social y que hoy advierte que la carnicería humana va más allá de la guerra, que se encierra y enclaustra en los recovecos del Contrato Social, aquel que Rousseau veía como una forma civilizatoria del régimen político.

En los hechos sociales no existen las condiciones divinas, sino el fáctico de la realidad.

Nada se erige sin que los apetitos de la dialéctica del señor y el siervo pasen a una escalada de relaciones institucionales; en la pantomima y mascarada de que el poder es impersonal y que en ese Leviatán todos cabemos como parte del orden sistémico que creamos para hacer de la civilización el encuentro del porvenir.

El retorno de la realidad es el aborto de la infancia de Atenea; no podemos creer que existe una Ley Divina que interviene en la Ley Humana y ha hecho que exista la pobreza, la miseria, la desigualdad y el mismo uso del poder político y económico tal y como lo hemos construido, cómo que su edificación provino de esa misma divinidad que hoy oprime a la mayor parte de los seres humanos.

En este escepticismo de la divinidad, no es Atenea la que nos ha sumido en la asquerosidad de esta realidad maniquea donde existen triunfadores y perdedores; no es Atenea la que ha infringido su espada para crear la pobreza y la riqueza, y tampoco lo es para alimentar la estupidez y la inteligencia, todas ellas condiciones articuladas desde la Ley Humana.

La rebelión social comienza por la rebelión del intelecto; sin embargo, se ha extraviado en la infancia de Atenea.

Avatar photo

Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.


ARCHIVADO EN:
, , ,



Avatar photo

CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.