Nada ha resultado tan controvertido como el proceso de vacunación contra el covid-19 en México y en el mundo.
Y es que, tras iniciar la inoculación en diversos países, se descubrió que la vacuna de Pfizer ha provocado algunos casos de muerte y de intoxicación. Esto ha generado gran incertidumbre, pese a que la humanidad está ávida de verle fin a la pandemia.
Pese a todas sus bondades, la vacuna ha demostrado no estar exenta de generar reacciones adversas en algunas personas, lo que ha ocasionado que mucha gente prefiera esperar a que existan más opciones en el mercado que aseguren el bienestar físico.
Por si fuera poco, además de no existir suficientes dosis para toda la población, la inmunidad de la misma solo dura seis meses, por lo que se presagia un camino tortuoso y no exento de vicisitudes para la sociedad a nivel mundial, máxime cuando la mayor parte de la población es pobre y ha sufrido los estragos de la escasez de empleo y oportunidades.
El análisis crítico de esta realidad es que la aplicación de la vacuna habrá de segregar a los sectores menos favorecidos de la sociedad, que no podrán esperar un tiempo mejor y sobrevivir a los contagios, situación que invita a pensar que la exclusión social es sistémica, no por selección natural.
El plan de vacunación no explica la exposición a la muerte de los sectores que están siendo postergados, cuestión que tiene que ver con las dosis disponibles y con una planeación del Estado que, pese a presentarse como lógica, sigue siendo insatisfactoria.
En esta encrucijada de la historia de la humanidad, persisten las desigualdades que han sido disfrazadas por las élites de poder que manejan al planeta, entre ellas la ONU y la OMS, organismos que navegan con bandera de salvadores y paladines de la raza humana, mientras sus intereses se someten a grupúsculos de poder internacional.
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Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
