Qué difícil el proceso electoral que se vive en México. Con todo y que hasta hoy sólo están en marcha las campañas para presidente de la República, senadores y diputados federales, los hechos violentos que han sufrido aspirantes de diversos partidos políticos son suficientes como para preocupar a cualquiera.
De acuerdo con el equipo de especialistas denominado “Laboratorio electoral”, hasta la fecha han sido privadas de la vida 43 personas (37 hombres y 6 mujeres), entre precandidatos, líderes de partidos, familiares de políticos, etcétera; además, se han registrado 18 atentados, 43 casos de amenazas y 5 secuestros.
Del 1 al 12 de marzo este grupo de investigación da cuenta de tres homicidios: Diego Pérez, precandidato a alcalde del PRI en Sancuc, Chiapas, apareció sin vida en San Juan Chamula; Tomás Morales, de Morena, aspirante para presidente en Chilapa, Guerrero, fue asesinado de dos tiros en la cabeza por un sujeto solitario que ya lo esperaba al llegar a su domicilio; Alfredo González, del PT, competía por la alcaldía en Atoyac de Álvarez, Guerrero, y lo mataron cuando a bordo de su vehículo viajaba por la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo. En Maravatío, Michoacán, mataron ¡a dos precandidatos el mismo día!, uno de Morena, Miguel Ángel Reyes y otro de Acción Nacional, de nombre Armando Pérez. Y así sigue la lista de crímenes en donde es justo precisar que el partido en el poder, es decir, Morena, es el que ha perdido a más precandidatos, nueve, mientras que del PAN han sido cinco.
Otros estudios señalan que es el ámbito municipal el más propicio para los ilícitos. Y por entidades, las más violentas son Veracruz, Guerrero, Puebla, Morelos y Michoacán. En uno de cada tres ataques, el o la afectada ya había sido objeto de violencia.
Hasta el momento, en la gran mayoría de los casos las autoridades no han informado si los ataques fueron por cuenta del crimen organizado, por cuestiones partidistas o de redes clientelares. Este tipo de ataques aumentó casi al doble en los últimos dos años y desafortunadamente se anticipa que al final del proceso que ahora comienza las cifras podrían ser todavía más altas.
El estudio llamado “Votar entre balas” nos habla que de enero de 2018 a diciembre de 2023 hubo en nuestro país 1,563 ataques relacionados con la política, entre asesinatos, atentados y amenazas; se registraron 923 secuestros, 124 amenazas, 223 ataques armados, 73 atentados, 32 desapariciones y 136 secuestros.
Los especialistas en violencia electoral aseguran que los grupos criminales aprovechan la coyuntura para ampliar su control sobre los gobiernos y los mercados locales. A corto plazo esto aumenta la violencia política y a mediano plazo fortalece su autoridad a nivel territorial, dejando vulnerables a las comunidades y organizaciones frente a delitos como cobro de piso, extorsiones o robos.
Desafortunadamente se prevé que 2024 sea el año más violento en la historia de nuestro país, sobre todo por el enorme número de cargos en juego. Este escenario podría provocar que el electorado se aleje de las urnas en defensa de su integridad física y la de su familia.
Por hoy es todo, nos leemos en la próxima entrega, pero… Entre nos.
Por: José Guadalupe Rodríguez Cruz
*Egresado de la UNAM como licenciado en Derecho y Diplomado por el Instituto de Administración Pública de Querétaro y por la Universidad Iberoamericana en Políticas Públicas. *Regidor Municipal en Tula, Secretario Municipal de Tula, Diputado local en la LVII y LIX Legislaturas en el estado de Hidalgo y Presidente Municipal Constitucional de Tula 2000-2003. *Autor del libro “Desde el Congreso Hidalguense” y coautor del libro “Tula... su Historia” *Director y fundador del periódico bisemanario “Nueva Imagen de Hidalgo”, que desde 1988 se pública en Tula, Hgo.
