Confuso y sin rumbo de Estado permanece el discurso político de la oposición en México, poco menos que jeroglíficos que nadie comprende y que a fuerza de una retórica de ataque al actual gobierno se ha creado un vacío y rechazo en las expectativas sociales por atender a un proyecto político que le otorgue credibilidad, pues tiene ya un pie en la sepultura.
El análisis crítico de esta realidad estriba en que las medidas que pretende desarrollar la oposición al actual gobierno son espejismos políticos que, sin conocimiento ni imaginación en la construcción gubernamental, se convierten en estupideces de gran magnitud, lo que provoca alejamiento e impugnaciones de la ciudadanía.
Sin ir más lejos: la propuesta del presidente del PRI, Alejandro Moreno, de armar a la ciudadanía, no solo causó desagrado y mofa social, sino también lo volvió a convertir en el hazmerreír de la clase política, que incluso llegó a perfilar en el análisis el incremento de la violencia y el surgimiento del nuevo oeste a la mexicana.
Ante este tipo de desaciertos y el hilo conductor de despropósitos de la oposición política, ahora nuevamente se erige en un frente común de obstruccionismo de las medidas del actual gobierno, señalando que la reforma política no habrá de pasar, al estilo de lo que ocurrió con la reforma energética, pero sin un solo planteamiento de crear gobernabilidad expresa para que la ciudadanía obtenga oportunidades y dividendos del ejercicio de gobierno.
A esta precaria visión-acción del poder político por parte de la oposición, se suma el hecho de que no ha creado cuadros de políticos que generen confianza a la sociedad, por lo que no solo existe la ausencia de nuevos personeros y servidores públicos de vanguardia, sino también la carencia de conductores sociales.
Estos dos vectores: impericia en la creación de un proyecto político de impacto social a nivel nación y la carencia de servidores públicos con presencia social, son, en definitiva, las dos anclas que han hecho naufragar a la alianza “Va por México”, mientras que México no va por ellos.
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Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
