Este es el año del blindaje ideológico, donde la esperanza y voluntad política suplen a las expectativas reales en casi todas las dimensiones, donde al pueblo le vale madre si algo es posible o no mientras se lo prometan, lo que hace pensar que nunca antes la ilusión de una esperanza tuvo rostro de moneda de cambio.
Digámoslo claro: el “me canso ganso” es más convincente en estos momentos que cualquier declaración de político, de partido o movimiento alguno; es más contundente que la Coca-Cola en una cuba, por lo que AMLO no tiene opositor, sea analista político o no.
Superman Manuelovich en este momento es capaz de suprimir la Navidad o el día del amor y la amistad y el pueblo lo apoyará fielmente, porque ha mostrado tener la voluntad y los huevos para derrotar lo mismo a los huachicoleros que pasarse por los cojones a las compañías calificadoras, porque la Cuarta Transformación es más poderosa que los malosos que no quieren a México.
La política avanza en la voz mañanera de AMLO, en esos momentos su palabra se vuelve ley y la ley se vuelve AMLO, por lo que todos derechitos y sin preguntar pendejadas en la conferencia matutina.
Aún es pronto para pensar la grandeza de la figura de Manuelovich, pero algo queda claro: se ha convertido en el nuevo Tata, como lo llegó a ser mi General Lázaro Cárdenas, quien nacionalizó el petróleo, mientras AMLO ha nacionalizado la honestidad desde Morena.
Se puede estar en contra de las medidas y acciones que toma este muchacho tabasqueño, pero algo queda claro: la fuerza y capital político con los que cuenta sólo son comparables con los que llegó a tener el Tata Cárdenas, por lo que estamos en presencia del paters nacionalis.
Se debe reconocer que Andrés Manuel se sale de lo convencional y vetusto de los políticos de su época y de épocas recientes, su voluntad parece de hierro y su nacionalismo no está a discusión, es inteligente y obstinado, se sabe mover a nivel nacional e internacional, vive de manera austera y respeta al pueblo, habla con la fuerza de la verdad y difícilmente alguien lo dobla, es el hombre del año, del año de la ilusión y la esperanza de México.
