México mira al norte no sólo por su posición geográfica, sino porque le une una historia de tirantez, pérdida de territorio, desencuentros y migración con Estados Unidos, su principal socio comercial.
En este contexto resulta positivo el encuentro del presidente López Obrador con su homólogo en China, Xi Jinping, pues no sólo afianza las condiciones geopolíticas de Asia-Pacífico, sino también la proyección de México para escalar a mercados cuya consistencia de intercambio no presuponga condicionamientos políticos de presión inmediata, como lo ha implicado históricamente la relación con los gobiernos de Estados Unidos.
La apertura comercial postpandemia que ha tenido México merece un justo balance, ya que se ha visto incrementado el comercio hacia Estados Unidos, lo cual implica una presión importante frente a los nuevos mercados que no se encuentran dentro de la zona de influencia de Estados Unidos. López Obrador ha calmado las aguas al vincularse con Joe Biden y así se concreta la solidez del mercado norteamericano sin perder la relación frente a frente con China.
La diversificación comercial de México es un grito del alma desde hace décadas, pero los gobiernos anteriores -ampliamente entreguistas hacia Estados Unidos, como el de Vicente Fox- cerraron muchas de las posibilidades de incrementar los espacios y zonas comerciales del país, lo cual ya marcaba una curva negativa de las expectativas de crecimiento y desarrollo que ha superado la actual administración, que es mucho más cercana a la Doctrina Estrada en su aclimatación internacional en materia comercial.
El último año de la administración de López Obrador ha calmado la incertidumbre sobre el crecimiento del país, que se ha solidificado frente a la relación comercial con Estados Unidos, pero también ha causado inquietud a organismos económicos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) al incrementar el presupuesto de defensa y las previsiones a sectores vulnerables, incrementando con ello las posibles condiciones expansivas del gasto público y social.
México-China es una jugada acertada, ahora es necesario fortalecer la producción y el mercado interno como factores de equilibrio que estabilicen el cierre del sexenio de López Obrador.
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Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
