No creo en la inocencia de los políticos

Una verdadera olla de mierda es la política a nivel internacional, repleta de porquería y pestilencia que amenaza con corroer casi cualquier dimensión humana, sin que haya prácticamente nada que hacer.

 

Abusos sin fin

Son innumerables los abusos que la clase política comete contra sus ciudadanos, desde luego los de a pie, aquellos que no pertenecen a las élites, que hacen del Estado y su gobierno el instrumento de sus apetitos y, por ende, lo guían hacia donde más les conviene, vulnerando trabajo, cultura, educación, costumbres y derechos humanos.

Utilicemos la imaginación sociológica sobre la clase política y los datos empíricos de los que disponemos para analizar la depredación gubernamental y de los grupos de interés sobre la sociedad. Nada tan aleccionador como la incertidumbre y distancia entre los tomadores de decisiones y los ciudadanos, llámense legisladores o cualquier servidor público cuyo poder de mediación y decisión lo lleve a crear una cadena de valor-dependencia de la soberanía del pueblo, condición contradictoria porque los servidores públicos deberían concretar la demanda ciudadana, pero la manejan de forma discrecional para obtener dividendos en poder público, política clientelar y orientación económica desde la corrupción en todas sus formas.

 

Las oscuras intenciones del tomador de decisiones

La discrecionalidad del tomador de decisiones  tiene múltiples dimensiones, porque al legislar orienta los instrumentos del Estado para satisfacer esa legislación, la cual suele no coincidir con los intereses sociales y, lo que es peor, satisfacer a los grupos no vulnerables de la sociedad, aquellos que requieren menos del poder gubernamental.

El desfase entre soberanía popular y poder político es intencionado para crear un lobby de presión política sobre la sociedad, la cual suele acceder a prebendas más que a programas sociales, porque la prebenda política refrenda el poder de la clase en el poder y perpetúa sus granjerías, que en todo momento provienen del manejo del Estado y sus estructuras.

 

Organización ciudadana, la única salida

¿Qué hacer ante la infamia política que vivimos?, conciencia ciudadana y rol histórico en organización continua, variables que permiten edificar resistencia y control, pero deben ir acompañadas de una cognición clara sobre los usos, manejos y estructuras del Estado y la clase que nos ha puesto el pie encima.

 

Consultoría Política: [email protected]

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.


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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.