El primer bat de un equipo debe ser un jugador veloz que haga mucho contacto con la bola y anote muchas carreras. Nadie pensaría que Baeu Amaral, quien había debutado con los Toros de Tijuana en la temporada del 2019, bateando apenas .228, con cuatro cuadrangulares y 12 producidas, cumpliría con creces ese papel, con los flamantes Mariachis de Guadalajara.
El nativo de Huntington Beach terminó como líder anotador, con 65 carreras en 60 juegos; cumplió una temporada de ensueño, cubriendo la pradera central; bateó un grueso .336, producto de 78 hits en 232 veces al bat; recibió 35 bases por bolas, aunque se ponchó en 48 ocasiones, y se robó 13 bases, aunque fue atrapado en cinco ocasiones.
El jardinero zurdo bateó cinco cuadrangulares e impulsó 39 carreras, cifra nada despreciable para un primer bat, pero conviene recordar que estaba en una escuadra bateadora, en la que destacaron el líder de bateo Leo Heras, Adrián González, Jesse Castillo y el importado Luis Sardiñas; todos ellos, grandes cañoneros que hicieron que el equipo comandado por Benjamín Gil terminara como líder en la zona norte, aunque en los playoffs fueron eliminados por los campeones Toros de Tijuana.
Lo cierto es que Beau Amaral fue un primer bat ideal y que se ganó con creces su repetición el año entrante.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
