Que diagnóstico no sea por casualidad: sobreviviente de cáncer de mama

Irene Isidro Escamilla es una de las muchas personas que ha sobrevivido al cáncer de mama en Hidalgo, por lo que, basada en su experiencia, llamó a otras mujeres a que el diagnóstico de la enfermedad no sea como el suyo: por casualidad, sino que las invitó a que se autoexploren y se realicen los estudios pertinentes, ya que dijo “unos minutos de tiempo pueden salvar la vida”.

Y es que en entrevista radiofónica para el comunicador Adalberto Peralta recordó que su detección fue por azar, ya que no pudo obtener una cita médica para un familiar, pero en cambio se la ofrecieron a ella y aunque dijo que se sentía bien, resultó que ya se encontraba con el mal oncológico y comenzó su lucha.

Aunque en Pachuca le dieron su procedimiento a seguir, se atendió en la Ciudad de México y describió ello como un transcurso largo que afecta además de la salud, la moral; sin embrago, aseveró que afortunadamente ella ya pasó toda la etapa y fue dada de alta médica hace unos meses.

 

Se siente la muerte, pero hay razones para vivir

Sobre su sensación al recibir un diagnóstico de cáncer de mama, Isidro Escamilla expresó que se siente que “ya estoy muerta y muchas otras cosas más”, pero acotó que ello no es real y contrastó que aún quedan muchas cosas por delante y además comenzó a percibir todo diferente.

“Oír cáncer se relaciona con muerte, pero no es así, sino que significa una lucha”, expresó, al calificar lo anterior como motivaciones y para la audiencia del noticiario “Al Aire” dio dos claves para salir avante: vivir y tener sueños, que es lo más importante, atribuyó.

Así como llevar un procedimiento y atención de psicólogos, ya que esos especialistas ayudan a aceptar la situación de la paciente y salir adelante, además de incluir a la familia, pero si alguna mujer no la tuviera acotó que es “echarle ganas por una misma”.

Pero del lado contrario, al escuchar que estaba libre de la enfermedad, la mujer narró que esas palabras y el momento nunca se olvidan, pues tras cinco años de tratamiento su médico le expresó que era probable que luego de los siguientes estudios y su cita ya podía ser dada de alta.

No obstante, compartió que la nueva fecha se le hizo eterna, ya que solo quería escuchar que ya no tenía rastro de la patología y cuando llegó el momento dijo: “Fue volver a nacer, es una emoción tan grande que las palabras te devuelven la vida; son lágrimas y digo que salimos porque superamos juntos (su familia) la enfermedad”, expresó.

 

Pérdida de senos no nos hace menos

Al pedirle que se dirigiera a la audiencia, Irene Isidro reiteró que no se “dejen”, es decir, descuiden, ya que dijo deben revisarse para prevenir; sin embargo, para las mujeres que ya están diagnosticadas y que no tengan un seno a causa de la enfermedad les dijo que no por ello valen menos.

En cambio, consideró que importan más por ser unas guerreras e hizo una analogía de que son como un cielo: grandes e inmensas y que cuando está nublado es porque se sienten mal, pero apuntó que deben seguir adelante y demostrar su valor: “Chéquense y no pierdan el valor”, concluyó su testimonio.


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